En Venezuela, en la ciudad de Mérida, conocí a un chico que era clavadito a Ian Curtis. Este chico era amigo de la escritora española Irene Zoe Alameda. Se lo dije. Le dije que se parecía a Ian Curtis. Añadí que todavía se parecía más al actor que hace de Ian Curtis en la película "Control". La cosa quedó así. Pero entonces, al día siguiente, el escritor español Juan Trejo -sin que hubiera cambiado con él media palabra-, al ver al amigo de Irene por primera vez en el desayuno, dijo "coño, pero si está allí Ian Curtis".
Como sabe todo el que lee este blog y me conoce, para mí Ian Curtis es como un príncipe general del mundo. Me quedaba mirando a mi Ian Curtis venezolano todas las mañanas. No salía de mi asombro. Pensé que me había vuelto loco, pero allí estaba Juan Trejo, corroborando mi visión. Y si no la corroboró nadie más, fue porque nadie más conocía a Ian Curtis. No quiero olvidar el rostro de sorpresa de Juan Trejo cuando descubrió él también a Curtis en Venezuela.
Como sabe todo el que lee este blog y me conoce, para mí Ian Curtis es como un príncipe general del mundo. Me quedaba mirando a mi Ian Curtis venezolano todas las mañanas. No salía de mi asombro. Pensé que me había vuelto loco, pero allí estaba Juan Trejo, corroborando mi visión. Y si no la corroboró nadie más, fue porque nadie más conocía a Ian Curtis. No quiero olvidar el rostro de sorpresa de Juan Trejo cuando descubrió él también a Curtis en Venezuela.
4 comentarios:
¡Alabado sea el señor! ¡Ian Curtis no ha muerto!
Ian Curtis que estás en el Caribe y no en los cielos como yo pensaba.
Yo también creí haber visto a Ian, ahora no estoy seguro. Puede que fuese tan solo la cuerda.
es cierto! yo cené con él un día y no le dije nada, por pudor!
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