domingo, 31 de enero de 2010

UN ARTÍCULO PUBLICADO EN "EL MUNDO" SOBRE LOS POSIBLES INÉDITOS DE SALINGER




SOLO ANTE EL PELIGRO

Salinger no ha dejado nada inédito, estoy seguro. Nos cuesta muchísimo entender a Salinger, porque nosotros solo creemos en el éxito y en su rentabilidad social y mediática. Salinger no ha dejado ni una frase inédita, ni un epitafio enigmático, no quiere decirnos nada, porque nunca quiso saber nada de nosotros. Nos ignoró desde siempre. E incluso se ignoró a sí mismo. No creía en la historia, ni en la realidad, ni en los seres humanos. Pero es posible que los herederos estén a punto de encontrar seis mil quinientos folios de Salinger en los armarios de su casa. Seguro que Salinger no tenía ni ordenador. Veo a los herederos contratando a un negro. Veo a Salinger solo ante el peligro. Vivo nadie pudo con él. Pero ahora está muerto y la máquina tiene que seguir funcionando. Algo encontrarán en algún sitio y si no, se lo inventarán. Imitarán su letra. Y ese negro imitará su estilo. Pero a lo mejor El guardián entre el centeno ya lo escribió un desconocido, un misterioso amigo de Salinger muerto prematuramente. Por eso no hubo más novelas.
Cualquier hipótesis puede ser imaginada. Por ejemplo, un diario póstumo de cincuenta mil páginas, en donde Salinger contase con pormenor todos los días de su vida: el nombre de su dentista, un hombre fornido, ajeno a la literatura, o sus charlas con la peluquera que le cortaba el pelo cada mes en su domicilio… Como si después de muerto, quisiera que el misterio que le envolvió en vida desapareciera de una forma vulgar y sórdida. Un diario con abyecciones sexuales, religiosas, familiares. Una obra dantesca. Una confesión aberrante. La confesión de una docena de crímenes con detalles insoportables.
Y si hubiera escrito cien sonetos shakesperianos. Escondidos en una caja fuerte de un banco. Cien sonetos en donde alabase la sábana santa de Turín, el asesinato de John Lennon, los trasplantes de médula ósea, la caída de la Unión Soviética, la política exterior de George Bush, los muslos de Sharon Stone. Un soneto también dedicado a Michael Jackson, su último soneto.
O si hubiera escrito cartas. Cartas a mujeres famosas, cartas que jamás puso en el correo. Una carta a Teresa de Calcuta. Una carta a la Princesa Doña Letizia. La vio una vez en un canal internacional de la CNN y Salinger se enamoró de ella. Una carta a Carla Bruni, exigiéndole que abandonara a su marido y que se viniera a vivir con él a New Hampshire. Miles de cartas a mujeres ya muertas. Cartas a Marilyn Monroe. Cartas a Lauren Bacall. Cartas a Greta Garbo.
Y si hubiera escrito teatro clásico con respeto a la regla de las tres unidades. Tres tragedias sobre la vida americana, de gran virtuosismo técnico. O si hubiera escrito guiones para películas pornográficas. Y si hubiera escrito haikus sobre famosos de los años setenta. Un haiku dedicado a Elvis Presley, otro dedicado a Johnny Cash. Y si sus inéditos son letras de canciones. Veo a Salinger a finales de los años setenta escribiendo letras de canciones punk: “Dios salve al Presidente de los Estados Unidos”, o “Anarquía en Arkansas”.
Y si hubiera dejado inédito un manual de seis mil setecientas veintiocho páginas escritas a mano, un manual titulado “consejos para la desaparición total de la raza humana de forma indolora y festiva”. Un manual maravilloso que nos enseñase a desaparecer individualmente, para luego hacerlo de forma colectiva. Un manual que yo ahora mismo titulo “Solo ante el peligro”. Adiós, Salinger. No digas nada más. Así está bien. Es perfecto. Es una gran noche.
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Manuel Vilas, "El Mundo", 30-enero-2010.

lunes, 25 de enero de 2010

NOTAS DEL ÚLTIMO PARCIAL

------TENIENTE CORRUPTO: 8,75.

------UN TIPO SERIO: 5,25.

------AVATAR: 4,75. (Tiene que recuperar con un trabajo especial, hablar con el profesor).

------MALDITOS BASTARDOS: 10.

------VENTE A ALEMANIA PEPE (EN CINE DE BARRIO): 8,75.

------EL CONSUL DE SODOMA: 6,75.

-----LA CINTA BLANCA: 1 (Ha copiado, tiene que hablar con el profesor urgentemente, so pena de expulsión).

------LA CELDA 211: 6,25.

UNA ENTREVISTA DE ROBERTO MIRANDA EN "EL PERIÓDICO DE ARAGÓN"

El link:


http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=554250

domingo, 24 de enero de 2010

UNA NOTA AL ARTÍCULO ANTERIOR SOBRE GIL DE BIEDMA

Releo el artículo sobre Jaime Gil de Biedma y pienso que la peor cosa que le puede pasar a un escritor es dejar de escribir (ya sé que es un tópico). Esta tarde, de hecho, yo he estado intentado escribir y no he escrito nada.
No existe la salud. Nunca estamos bien del todo.

JAIME GIL DE BIEDMA, CON ÉL LLEGÓ EL ESCÁNDALO


Le viene bien a la cultura española que se hable del poeta Jaime Gil de Biedma porque su obra sigue respirando el aroma del escándalo y el escándalo es el significado más elevado y más civilizador de la literatura en su fase final, en el ámbito del capitalismo trascendental. Lleva veinte años muerto, pero es que murió muy joven. Murió con sesenta años, que es una edad ridícula, es la edad en que la gente de hoy comienza a vivir con sensualidad creciente jubilaciones erotizantes. Mick Jagger tiene, por ejemplo, sesenta y cinco años. En este 2010, Jaime Gil hubiera cumplido ochenta años. Sin duda, no habría quedado otro remedio que darle el Premio Cervantes de Literatura, eso sí, ya bien adentrado el siglo XXI. Un Premio Cervantes otorgado a una obra poética que tiene 150 páginas. A veces tengo la sensación de que la literatura en España la acaban dirigiendo los escritores longevos. La ancianidad es un plus de prestigio, que Biedma no gozó. Si Leopoldo María Panero aguanta, yo creo que podrá recibir el Cervantes dentro de veinte años. Hay que hacerse de ochenta años como mínimo. También Luis Cernuda murió joven. Y Juan Benet también murió joven. Morir a los sesenta años en el siglo XX es como morir a los treinta o cuarenta en el siglo XIX. Gil de Biedma equivale a un Bécquer, un Rimbaud o un Baudelaire. Y también a un Jorge Manrique.
"TRY AGAIN"
Biedma, además, simboliza el molesto recordatorio de que la cantidad de páginas escritas no cuenta. Juan Rulfo y Jaime Gil, en este sentido, uno en prosa y el otro en verso, nos advierten de que la actual y tan abundante producción industrial de la literatura busca la disolución del discernimiento y de la inteligencia. Buena parte de la literatura actual es un “Try Again”. Inténtelo de nuevo. Biedma y Rulfo son un “Contra-Try Again”.
El máximo rendimiento de una obra literaria consiste en que alguien, al final, haga una película sobre el autor de esa obra literaria. Es la única forma de historia literaria que estamos dispuestos a soportar: una película sobre las vidas de nuestros escritores o artistas favoritos. La Historia de la Literatura se ha muerto porque la Historia de la Literatura es un auténtico aburrimiento y nadie está dispuesto a aguantar biografías intelectuales. Sólo nos interesan los escritores vivos, o sobre los que se pueda hacer una película. Esto es una imposición de la cultura Pop. El Pop ha aniquilado a la aristocrática Historia. Y yo no sé por qué, pero me alegro. No me divierte la Historia, ni me la creo. La Historia es irreal. La Historia ni siquiera es virtual. Prefiero el cine. Además, como decía Ballard, el pasado no existe.
GLORIA ARTÍSTICA
No se puede hacer una película sobre la vida de Gerardo Diego, pero sí sobre la vida de Lorca. No se puede hacer una película sobre la vida de Gonzalo Torrente Ballester, pero sí sobre la vida de Miguel Hernández. No se puede hacer una película sobre la vida de Dámaso Alonso, pero sí sobre la vida de Gil de Biedma. Y la lista sería divertida. ¿Sobre qué escritores españoles o latinoamericanos se puede hacer una película y sobre cuáles no? Sí sobre Cernuda, no sobre Salinas. Sí sobre César Vallejo, no sobre Miguel Ángel Asturias. Sí sobre Valle-Inclán, no sobre Muñoz Seca. Roberto Bolaño, por ejemplo, está pidiendo a gritos una película. Sean Penn podría hacer de Bolaño. Yo creo que no hay un solo escritor español que no quiera que le hagan una película. Clint Eastwood hubiera hecho un Cela magnífico. Porque todo esto es también el sentido de la gloria artística inventado por Hollywood, una variante del Pop. Me acuerdo de Kirk Douglas haciendo de Van Gogh. Si ese Van Gogh lo llega a interpretar Jean Paul Belmondo, no hubiera sido lo mismo. Yo creo que a Gil de Biedma le hubiera gustado que el actor que le diese vida fuese Brad Pitt o Leonardo di Caprio. Si se me permite la osadía, yo me elegiría a George Clooney. Andy García hizo un Lorca muy glamuroso. Eduardo Noriega podría hacer un Vila-Matas que no estaría nada mal. Gary Cooper podría haber hecho de Azorín, Omero Antonutti de Pío Baroja.
¿EN SERIO O EN BROMA?
La poesía de Jaime Gil de Biedma sigue siendo el lugar en que todo un país como España se convierte en algo interesante. Eso lo sabe el lector inteligente. Me alegro de que una película difunda la poesía del autor de Las personas del verbo. Me alegro infinitamente de que Jaime Gil de Biedma siga siendo un escándalo. Fue un poeta que, procediendo de la burguesía capitalista, se dedicó en cuerpo y alma a dinamitar la clase social de la que procedía. Eso tiene una originalidad filosófica digna de memoria. Sólo discrepo de él en una cosa que tiene justificación generacional: yo no creo que la vida vaya en serio, yo creo que la vida es una broma infinita.
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Manuel Vilas, ABCD, 23-enero-09

sábado, 23 de enero de 2010

EL FANTASMA DE JOHNNY CASH

Ayer fui a ver un concierto del grupo Giant Sand, porque interpretaban "Live at St. Quentin" de Johnny Cash. Ese disco de Cash es la sacra hostia primaveral en bicicleta de montaña tuneada luxury. Pero tío qué mal lo pasé. Qué horror. Qué fantasmada. Salió una chica muy guapa haciendo de June Carter. La chica mejoró el asunto. Pero el tío que hacía de Johnny Cash me dio una pena infinita. Ya me pasé todo el concierto pensando en qué hotel de Zaragoza dormirían esos tipos de Giant Sand. Los vi en una pensión del Tubo durmiendo los cinco juntos, quitándose la manta los unos a los otros. El tipo que hacía de Johnny Cash, no sé qué pensar de ese tío, por momentos le hubiera tirado la botella vacía de mi cerveza a la cabeza. Yo creo que un play back con la voz de Cash hubiera sido mucho mejor. Costaba 4 euros la cerveza. No vi a Johnny Cash por ninguna parte. Yo no sé por qué salgo de casa los viernes por la noche. No volveré a salir de mi casa en mi puta vida.

martes, 19 de enero de 2010

"AIRE NUESTRO", PREMIO DE LA LIBRERÍA CÁLAMO 2009.


Antonio Altarriba, Kim, Abdelá Taia y Manuel Vilas Premios Cálamo 2009.


Los Premios Cálamo son organizados por Librería Cálamo de Zaragoza y cuentan con la colaboración de las siguientes instituciones públicas y privadas: Ayuntamiento de Zaragoza, Universidad de Zaragoza, Gobierno de Aragón, Fundación CAI-ASC, Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, Institut Français de Saragosse, Sansueña Industrias Gráficas, Restaurante Garden y Bodegas y Viñedos Care.


Fallo de los IX Premios Cálamo, Convocatoria año 2009.


El Premio Cálamo “Libro del año 2009”, elegido por votación de los lectores y amigos de Cálamo, se concede a la novela Aire Nuestro, obra Manuel Vilas publicada por la Editorial Alfaguara.

Arriesgada, original y provocadora: así es la escritura de Manuel Vilas. Su brillante ironía, y la sabia (y sabrosa) mixtura de cultura popular y erudita que impregnan sus textos, no dejan al lector ni frío ni indiferente.

Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962) está empeñado en construir una obra literaria sólida y personal como narrador y poeta. En 2008 ya nos regaló una extraordinaria novela, España, y un gran libro de poemas, Calor. Aire Nuestro lo confirma como un escritor excepcional, diferente, y dotado de algo insólito por estos pagos: un finísimo sentido del humor.



El Premio Cálamo “Extraordinario 2009” se otorga a El arte de volar, obra de Antonio Altarriba y Kim, publicada por Edicions del Ponent.

El arte de volar rompe moldes y géneros. Por su temática y enorme calidad literaria y gráfica no dudamos en afirmar que nos encontramos ante uno de los libros más importantes publicados en la última década.

Antonio Altarriba (Peñafllor, Zaragoza, 1952). Profesor universitario apasionado de la historieta, la fotografía, la literatura erótica y el ensayo sesudo. Creador con mayúsculas que se mueve con comodidad por todos los géneros artísticos y, aún mejor, que los inventa.

Kim (Joaquim Aubert Puigarnau) (Barcelona, 1942) es un referente imprescindible de la historieta española. Todos conocemos sus trabajos en Por Favor, El Víbora, Vibraciones, Makoki, etc. Desde 1977 es autor fundador de la revista El Jueves donde realiza su serie Martínez el Facha (el más entrañable (único) de los fachas…). En 1995 fue galardonado con el Gran Premio del Salón del Comic de Barcelona. A Kim lo hemos visto poco, pero nos encanta su aire despistado y melancólico y la agilidad de sus ojos.




El Premio Cálamo “Otra Mirada 2009” ha sido concedido al libro Mi Marruecos de Abdelá Taia publicado por la Editorial Cabaret Voltaire.

En Mi Marruecos Abdelá Taia nos guía por los paisajes de su infancia. Es la suya una mirada dulce, valiente y diferente: otra mirada.

Abdelá Taia nació en Salé, Marruecos, en 1973. Es autor de cuatro novelas. Colaborador habitual del diario parisino Le Monde, cuyas columnas podemos leer de vez en cuando en El País, Mantiene un fuerte compromiso con la defensa de los derechos humanos en Marruecos.


La gala de entrega de los IX Premios Cálamo se celebrará el viernes 19 de febrero de 2010 (información y reservas en Librería Cálamo 976557318).

Previamente los autores premiados realizarán una lectura pública de su obra a las 19 horas del mismo día en la Librería Cálamo (Plaza San Francisco, 4)

martes, 12 de enero de 2010

UN ARTÍCULO SOBRE "SOMBRA DEL PARAÍSO" DE VICENTE ALEIXANDRE PUBLICADO EN "LETRA INTERNACIONAL"






SOBRE SOMBRA DEL PARAÍSO

Si hay un título de libro que me lleva fascinando desde mi adolescencia ese es Sombra del paraíso. Me fascina más que otros que también me subyugaron: Desolación de la quimera, Aire nuestro, y el también aleixandrino La destrucción o el amor. El 27 titulaba muy bien, alcanzaron la excelencia. Tengo la sospecha de que Aleixandre lleva viviendo ya un tiempo largo en el Purgatorio de la poesía española. Suele ocurrir en nuestra literatura. A lo mejor toca ya la resurrección de Vicente Aleixandre. En esa resurrección, yo creo que Sombra del paraíso ha de tener un protagonismo especial. La alta maquinaria retórica de la poesía aleixandrina alcanzó en este libro de 1944 su madurez, incluso su esplendor, y en alguna medida, se vaticinaba también su final. Yo imagino que Aleixandre tenía que encenderse por dentro al escribir los poemas de Sombra del paraíso. Esos poemas tienen algo de éxtasis. Creo que esos poemas debieron darle mucha felicidad, mucha pasión, o como decimos ahora “mucha energía positiva”, porque son poemas épicos. La colectivización del sentimiento y de la energía creadora, en mi opinión, es más satisfactoria para un creador que la exposición pública de un “yo” privado. Estoy hablando de placeres personales, no de conquistas literarias. Intuyo que el poeta que escribió Sombra del paraíso buscaba la invocación de lo colectivo. Y eso, en 1944, con la España de entonces, tiene su especial connotación. Sobre todo si el libro de Aleixandre se pone en relación con otro libro de 1944, con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, otro libro épico. He de decir que, personalmente, los dos libros me encantan. Y me produce cierta perplejidad que sean tan distintos: la épica abstracta aleixandrina frente a la épica realista o figurativa de Alonso. ¿Fue la Guerra Civil y el régimen inaugurado tras ella quienes despertaron avidez épica o instintos colectivos en Aleixandre y Alonso? Aleixandre ya había sido épico antes. Ya había sido abstracto antes. Llama la atención que el poeta perseverase en la abstracción después de haber vivido una guerra civil y el comienzo de un régimen político nauseabundo. ¿Un tesón privado? ¿Fidelidad inagotable a una concepción de la poesía más allá de la realidad, más allá de los hombres y de la verdad común? Luis Cernuda abandonó la abstracción, y lo hizo tras la guerra. Aleixandre no. No quisiera que se viera en ello ningún juicio de valor por mi parte. La literatura tiene sus leyes y estas no siempre se rigen por la brújula de la historia política. Perseverar en una visión estetizante del mundo, en una épica cósmica, y por tanto neorromántica, y hacerlo en la España de 1944 tiene una originalidad moral digna de ser atendida o auscultada.
Una de las dificultades que encuentra un lector de 2009 ante Sombra del paraíso es el barroquismo, la extremada ornamentación, un cierto amaneramiento con tendencia a lo cursi (el uso de la palabra “testa” en el poema “Padre mío”, por citar un ejemplo), el flujo abrasivo de los epítetos y la acumulación de estructuras sintácticas que se repiten y se alargan casi sin fin. Y Aleixandre no exhibe toda esa maquinaria retórica con intención narrativa, sino como una irradiación de significados difusos, vagos, imprecisos. Tal vez por eso, el resurgimiento de la poesía de Aleixandre en este siglo XXI debería hacerse proponiendo a Aleixandre como poeta visionario, cercano a un Blake. De ser un poeta visionario a ser un poeta místico va poco trecho. Recolocar en la historia literaria a Sombra del paraíso como un libro místico también, intuyo, podría contribuir a una relectura fértil de Aleixandre, tal vez una lectura nueva. Sí pienso que Aleixandre está necesitado de un redescubrimiento, de una exploración distinta. Un misticismo anterior a Auswitch, eso es Aleixandre en cierto modo. Porque la conciencia de la alienación histórica, del fracaso histórico real, no está en Aleixandre. También deberíamos hablar de un misticismo de sensibilidad homoerótica. Un misticismo de homosexualidad sublimada. Imagino que a Aleixandre le satisfaría ver cómo sus coetáneos, sus críticos y lectores, incluso sus poetas amigos, leyeron su poesía como transida por un aliento cósmico de entramado simbólico en vez de por una pasión homoerótica de raíz corporal. No creo que deba ocultarse u orillarse por más tiempo la circunstancia biográfica de la homosexualidad de Aleixandre porque pesa en los resortes retóricos de su poesía, gravita en la elección de adjetivos, sacude constantemente su mundo físico, y está detrás de su concepto del amor. Incluso su tendencia a la abstracción amorosa y su invocación de la infancia como paraíso pueden ser una forma de oscurecer un instinto homoerótico.
Hay en Sombra de paraíso ( y esto que voy a decir ahora es lo que más me seduce de este libro) un estado explosivo de la lengua española, hay una deflagración lingüística, una sonoridad fatigante, una insistencia terca en reedificar el español con arreglo a un paradigma que sigue pareciéndome tan válido como misterioso, tan estetizante como sobrenatural. Del misticismo de los contenidos del libro se puede pasar al irracionalismo que ordena la construcción gramatical. Hay poemas que no aceptan ninguna exégesis racional, que crecen sobre lo gratuito de la forma. Es un estado sólido del español. También le pedimos eso a la poesía: la creación de un modelo de lengua. Sin embargo, volvemos otra vez al laberinto aleixandrino: la evolución de la poesía española de las últimas décadas busca más un modelo de moralidad histórica reconocible que un modelo de lengua cuya aspiración es lo sublime. La misma idea de lo sublime ya no está vigente, desde hace mucho. La ucronía hölderliniana de Sombra del paraíso es simultáneamente lo mejor y lo peor del libro. Esa ucronía nos fascina, y nos cansa.
Hay que releer Sombra del paraíso. Sigue siendo un libro misterioso. Creo que debemos abordarlo de otra forma. No se pueden repetir las lecturas históricas de este libro porque lo abocan a un pasado sin retorno. Sombra del paraíso es un libro épico. Afirma con rotundidad la vida. Su lenguaje es anterior a la caída en la malignidad de la Historia. Es un libro arcangélico metido en la entraña maligna del siglo XX. En el fondo, es un libro sin sentido. Y eso me gusta. La euforia de Sombra del paraíso debe de ser redescubierta. Es un libro eufórico, es un libro poderoso. Es un libro chamánico. Es un spa metafísico. Es un caribe andaluz. Como todo lo que tiene poder, abruma. Como todo lo que tiene poder, nos conduce a otro tiempo, a un tiempo anterior, a un tiempo primordial y muy antiguo, muy lejano. Como todo lo que tiene poder, nos predispone en contra, y sin embargo, no podemos dejar de mirar ese flujo de adrenalina, ese flujo de epítetos hasta la saciedad, ese lujo sin sentido hoy, ese “azul grave, pleno, serenísimo”.
Yo amo este libro.


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Manuel Vilas, "Letra Internacional", nº 104, otoño, 2009.

lunes, 11 de enero de 2010

GARY COOPER Y GRACE KELLY


Esta imagen me conmueve. Qué guapos están los dos: Gary Cooper y Grace Kelly. Gary Cooper tenía 50 años cuando interpretó "High Noon". Acababan de casarse. Yo creo que se habían casado de verdad.
No es racional la fascinación que me produce esta foto!!!!!!!!
Me hubiera gustado estar en esa boda.
Pero Gary Cooper es como un espectáculo de bondad misteriosa.
Me quedo mucho rato mirando sus ojos, los ojos de Gary Cooper.

EN EL NÚMERO DE ENERO DE LA REVISTA "QUIMERA"

En el número de Enero de la revista "Quimera" se publica el MANIFIESTO DE GÖTEBORG, por Agustín Fernández Mallo y Manuel Vilas.

Transcribo el primer punto (es un decálogo).

1.- Somos la primera generación de escritores españoles que no estamos locos.


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Quimera, nº 314.

AIRE NUESTRO EN "EL MUNDO"

"El Mundo", 11-enero-09

domingo, 10 de enero de 2010

AGRADECIMIENTO



Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas aquellas personas que dejan mensajes en el blog. No puedo contestarles uno por uno, pero desde aquí les mando un abrazo a todos. Y quiero expresar mi agradecimiento con esta canción de Johnny Cash, titulada "The Man Comes Around". Es sencillamente una canción terriblemente hermosa. Cash es muy grande. Esta canción es infinita. Con ella os deseo lo mejor a todos los que entráis en este blog.

sábado, 9 de enero de 2010

"HIGH NOON" DE FRED ZINNEMANN: UNA DE LAS PELÍCULAS DE MI VIDA, Y SUENA EL TEMA DE LA PELÍCULA "DO NOT FORSAKE ME, MY DARLING"



En España la película se tradujo como "Solo ante el peligro", título infinamente mejor que el original. No admite comparación el genial título en español frente al vulgar título original.
La canción "Do Not Forsake Me, My Darling" es maravillosa. Me rompe el corazón.
Gary Cooper en "Solo ante el peligro" hace una interpretación grandiosa.

DESGRACIA ABSOLUTA

Vengo de comprar los periódicos, y junto a los periódicos me he comprado "Agáchate maldito" de Sergio Leone. Hacía en la calle un frío de mil pares de cojones. No sé qué he hecho, he intentado abrigarme mientras sostenía los periódicos y la película. Me he puesto la capucha de mi abrigo, pero me la he tenido que quitar porque no veía los coches al cruzar. Me he metido en un bar a tomarme un café con leche. He hojeado la prensa. Me he bebido el café con leche. Y de repente compruebo que no está la película. Empiezo a buscar la película de Leone como un desesperado. No está entre los periódicos. No está en el suelo del bar. Salgo a la calle. Miro el suelo de la calle. Vuelvo al quiosco. Descubro que el quiosco no tiene nombre. Es, simplemente, un quiosco. No se llama nada. Nadie ha visto mi película de Leone por el suelo. El quisquero me mira como si yo fuese Jaime Gil de Biedma y él, el quiosquero, mi padre (es que ayer fui a ver "El cónsul de Sodoma").
Llego a casa desesperado. He perdido la película. ¿Pero dónde se me ha caído? Si me entero que me la ha robado alguien, lo mato. Simplemente lo mato y ya está.
Tío, me espera un día de luto. No soporto perder nada. Quería ver esa película de Leone esta tarde. Era mi paraíso para esta tarde, la maravillosa "Agáchate maldito". Ahora tendré que ver "Cine de barrio", y encima sin anuncios.

"LORCA RELOADED" CON VARIACIÓN DE TÍTULO ( E ICONOGRAFÍA POP) EN LA WEB DE ENRIQUE VILA-MATAS


jueves, 7 de enero de 2010

UN ARTÍCULO SOBRE LA GÉNESIS PRIVADA DE "AIRE NUESTRO"



LAS RAZONES DEL AIRE




A mediados de enero de 2009 terminé de escribir y corregir Aire Nuestro. Creo que me costó un año largo hacer este novela, me refiero al hecho material –o casi laboral- de ponerme delante de un ordenador. Paso mucho tiempo al lado de este ordenador. No sé si ese tiempo es bueno, si es un tiempo humano, un tiempo de felicidad, o si es un tiempo de locura. Horas delante de una pantalla de ordenador, horas en que no estás en ninguna parte, raro tiempo laboral No hubiera escrito Aire Nuestro sin la música de Johnny Cash y de Elvis Presley. Digo estos dos, pero podría añadir más a la lista. Cash y Presley protagonizan varios episodios de la novela. Recuerdo que me cansaba escribiendo Aire Nuestro. Escribía diez minutos y tenía que parar durante unas diez horas, pero siempre venía un ángel vestido de pistolero que me decía “eh, Vilas, sigue, tío, sigue, que eso que haces saca muy buena pinta”. Para mí escribir es un trabajo físico muy duro. Me entra hambre, sed, angustia, ganas de que me paguen más, sensación de acoso laboral, incertidumbre profesional, ganas de desaparecer, todo esto me ocurre cuando me pongo a escribir. Me gustaría que lo hiciera otro. Me gustaría tener un robot telépata, y encargarle a él la escritura de mi novela, que el robot sacara la novela de mi cerebro mientras yo me dedicaba a tomar el sol, dormir, bañarme en el mar, beber, comer, pasear, viajar.
Quise que Aire Nuestro fuese una fiesta. No quise ninguna ley. Quise escribir con una libertad peligrosa. Porque si no lo hacía así, me aburría. El primer capítulo de la novela, el que narra el viaje a España de Johnny Cash, es una lucha contra el aburrimiento. Cash se metió en mi vida, yo me metí en la suya. El Pop consiste en eso: un tipo se mete en tu vida con canciones y con promesas. También es una lucha contra el aburrimiento el capítulo dedicado a los amores de los poetas homosexuales en sus correrías por el Purgatorio. Creo que una vez muertos hay que espabilar, ponerse a hacer algo, para no pudrirte de aburrimiento. Una vez muerto, ¿qué demonios hago? ¿Dormir, tal vez soñar? No, nada de eso, seguro que se puede hacer algo que valga la pena. Toda mi novela hace de la excentricidad un parapeto contra el hastío y contra la alienación y contra la melancolía.
A veces me gustaría convertirme en una novela. Ser yo mismo una novela. No tener que escribir una novela, sino presentarme yo mismo como si en vez de un ser humano fuese una novela. Ser páginas escritas en vez de un cuerpo.
Aire Nuestro es un homenaje a Elvis Presley, a su simbólico paso por la vida. Elvis cambió el mundo tanto como lo hicieron Marx, Nietzsche o Freud. Por eso sale en la novela. Para mí Elvis es como una explosión similar a la del Big-Bang. Me da pena, ahora que releo la novela, que no salgan en ella Joy Division. No sé cómo dejé fuera a los Joy. Elvis me ayudó a vivir. Por eso en mi novela Elvis es como un santo tutelar. Ayuda a los personajes a mejorar sus vidas. Ayuda a que todos terminen haciendo el amor. Elvis se metió en mi vida, yo me metí en la suya. Varios capítulos de mi novela terminan en orgías en las que suena Blue Moon de Elvis. ¿Han oído ustedes Blue Moon en la voz de Elvis? Ah, amigos míos, esa canción es el mayor espectáculo del universo. Cuando mis personajes la oyen, se ponen a hacer el amor como auténticos depravados. No pueden hacer otra cosa, y la realidad del mundo entonces se convierte en algo ridículo.
La festividad es digna de oración. El gran día de fiesta que estalla en los corazones y mata toda construcción humana que no dé placer carnal. Allí está mi novela, en esa fiesta. El maravilloso carnaval, el travestismo glorioso, el afán de tocar cuerpos, el afán de luz y de muerte de la responsabilidad. Todos mis personajes odian la responsabilidad. Son unos jodidos irresponsables. Ahora que lo pienso, he sido muy feliz escribiendo estas historias. Pero las podía haber escrito otro mientras yo estaba en la playa, tomando el verdadero sol.
También sale mi padre en la novela. Aparece en el canal de “Teletienda”, en el capítulo titulado “Carta al hijo”. Me gusta mucho ese capítulo. Qué bien está mi padre allí. Qué chulo y qué guapo está. Mi padre era alto. Medía un metro ochenta y uno, que para la época está muy bien. Claro que esa carta de mi padre es una vuelta de tuerca sobre la carta al padre de Kafka. Pero el capítulo dedicado a mi padre está escrito con conciencia de clase social. Mi padre se esforzó mucho en vida en disimular la clase social de la que procedía, y lo hizo, claro está, con mucha clase; finalmente, podemos decir de dónde venimos y mantenernos de pie. Hemos sido imperdonablemente pobres, por eso tenemos ganas de comernos las cabezas de los ricos, con los ojos dentro. Salen comunistas que vienen desde el Tercer Milenio en mi novela, claro, viajando por el tiempo, luchando contra el aburrimiento. Son comunistas feroces, neopunks. El comunismo y el punk regresarán, yo estoy trabajando en esa línea. Regresarán esos tipos que creen en otros tipos. Beberemos vodka cuando llegue el fin del mundo. También regresarán los pistoleros legendarios de los westerns de Sergio Leone. Mi padre me escribe desde el Purgatorio. No sé si le haría mucha gracia a mi padre verse dentro de una novela. Hay muchos misterios que ya no son de este mundo ni de ningún mundo posible. No son de ninguna parte. Son lo que yo llamo “los misterios bastardos”. Sale mucho la monarquía española en mi novela. Es muy difícil explicar mi relación literaria con la monarquía. Mi libro de poemas Calor (Visor, 2008) se abría con la retransmisión televisiva de la boda del Príncipe Felipe. Tal vez de allí surgiese la idea de la invención de un imperio televisivo que se llamase “Aire Nuestro”. Me hice propietario de una cadena de televisión y diseñé una programación para el fin de semana, y eso es, básicamente, “Aire Nuestro”.
Yo quise escribir una novela que fuese como la canción “Atmosphere” de Joy Division o como “Man in Black” de Johnny Cash. Leer la novela, y quedar enamorado. ¿Enamorado de qué? De todo. Enamorado de todo, hasta de las vísceras de los cerdos, como se narra en el capítulo titulado “cerdos”: la creación de cerdos nuevos en los mataderos. Ve a los mataderos, parece decir mi novela. En los mataderos de cerdos, allí está la vida más grande. Quise que detrás de las palabras de mi novela sonasen voces enamoradas. Quise que hubiera una gran fiesta llena de luz sólida. Que regresasen los muertos dispuestos a volver a vivir más. Por eso me inventé el canal “telepurgatorio”. Pensé en mí mismo cuando me muera, pensé que me gustaría ser un muerto activo, un muerto estresado, un muerto que conduce coches estupendos. He escrito por ahí que toda mi obra literaria es un himno a la automoción. Creo en los coches. Creo que de muerto se podrá seguir conduciendo maravillosos automóviles. Porque, como dicen los legionarios, la muerte no existe. He amado los coches con toda mi alma. He hablado con ellos. Los he tratado con amor. He procurado siempre que mis coches durmieran en garajes. Si ellos están bien, yo me quedo tranquilo.
También pensé que probablemente yo ya no voy a ser un hombre demasiado libre. Entonces me dije: “que sea libre tu novela, y tú dentro de ella”. Yo creo que esa es la razón de que en mi novela salga con mucha frecuencia un tipo que se llama Manuel Vilas. Me hubiera gustado ser tanta gente. Me hubiera gustado ser el Presidente de los Estados Unidos, me hubiera gustado ser el Che Guevara, me hubiera gustado ser Greta Garbo. Me duele ser solo uno. Me hubiera gustado ser el pistolero que aparece en ese breve western titulado “Final de la Eurocopa”. En un capítulo me llamo Richard Vilas y soy un negro guapísimo. Llegué a pensar que Lou Reed era una invención mitológico-tecnológica de la CIA. Pensé en la gran colonización. Pensé en el sobrepeso de Elvis. En la inmensa putada que es estar gordo, cosa que entiendo perfectamente porque yo siempre tengo hambre y sed. Por ejemplo, a las diez de la mañana ya tengo un hambre descomunal. Creo que la única manera de perder peso sería morirme un rato todos los días, pegarme diez horas muerto cada día. Pensé en los gobiernos de los grandes países de la tierra, en los grandes controladores del capital, pensé en los presidentes, en los enigmáticos jefes del planeta, en los jefes de las multinacionales. Incluso me dio por pensar en el gerente de la imprenta donde se imprimió Aire Nuestro, pensé en el impresor que tuvo en sus manos el primer ejemplar de Aire Nuestro y dijo “Ok, queda bien así, que se imprima”. Pensé en nuestra encarnación festiva. Pensé en un comprador de Aire Nuestro, que lee una página de la novela al azar y esa página le recuerda a su padre, y dice “joder, tío, qué bien, Vilas está mucho peor que yo, qué bien, qué tranquilidad, qué gusto, qué consuelo, tío, qué gran tipo es este Vilas”. Pensé en el olor corporal de la princesa Doña Letizia. Pensé en la talla brevísima de los sujetadores de Doña Letizia. Pensé en tatuarme su nombre en un brazo. Pensé en el minúsculo hueso extirpado de su nariz, en su destino final, metido en una cápsula de ébano que atraviesa los siglos venideros hasta convertirse en una reliquia anónima en las manos de un Vilas del futuro que decide tragarse ese hueso envejecido y polvoriento. Pensé en el paradero de los pantalones de la década de los setenta de Juan Carlos I. Pensé en los cadáveres maravillosos de las novias de Carlos Gardel. Pensé en el metro ochenta y seis de Johnny Cash (que se convierte en un metro noventa con el tupé) metido en un ataúd que viaja por Estados Unidos en una limusina negra. Pensé en que yo conducía esa limusina. Yo delante, conduciendo, bebiendo una cocacola light, Johnny detrás, en la caja. Hablando con Johnny, vestidos de negro los dos. Pensé en el Seat 850 del capítulo titulado “Return To Sender”, que se convierte en una maldición andante: va por allí destrozando la vida de la gente. Hay en toda la novela una gran oración por los coches, porque los coches son mejores que la verdad y la belleza. Si comprimieras el siglo XX hasta convertirlo en un solo rostro, ¿qué saldría? Saldrían dos cabezas juntas: la cabeza de Elvis Presley al lado de la cabeza del Che Guevara: la utopía de la coca-cola y la utopía de la estrella roja en la frente.
Ah, y luego está el asunto de esa tal Manuela Vilas que sale en las páginas 44 y siguientes. En mi novela, Manuela Vilas dirige el Instituto Cervantes de Nueva York. Me hubiera gustado desarrollar más ese personaje. Tenía que haber hablado más de su vida en Nueva York, de sus novios, de sus subordinados en el Cervantes de Nueva York, de su apartamento, de sus gustos gastronómicos, de sus amigas, de su adicción al Efferalgan 1 gramo. Se me quedó en el tintero la gran Manuela, una tía divertidísima y muy culta, una gran gestora cultural. Veo sus trienios otorgados por la administración española. Veo su hoja de servicios. Veo a Manuela paseando por la Quinta Avenida con un ejemplar de Aire Nuestro en la mano. Va sonriente. No lleva bragas. Ha quedado con un negro. Qué bien. Qué sonrisa lleva en los labios, qué guapa se la ve, cuánto se ha pintado, madre mía, qué perfumada va. Esa tía es un huracán. Esa tía es la mejor de las mujeres y de los hombres.
Se me olvidaba decir, porque lo dirán, que ya sé que el capítulo dedicado a Johnny Cash puede leerse con el fondo cortazariano de “El Perseguidor”. Lou Reed hizo un disco brillante en los años setenta, se titulaba “Berlin”. En él había una extraña canción que se titulaba “hombres de buena fortuna”. Yo me siento afortunado. Creo que no me falta de nada. Podría ser más guapo, sí. Aun puede que llegue a tiempo a las venideras tecnologías de cirugía facial, indoloras, baratas, democráticas y espectaculares en sus conquistas. Por cierto, yo no tengo por qué reverenciar el mundo que hicieron hombres a quienes no conozco de nada y que nunca me preguntaron nada, en eso soy muy Holden Caulfield, muy Salinger. Que quieres reverenciar tú ese mundo, me parece muy bien, pero no me llames irreverente, iconoclasta, provocador, mala bestia, y todo eso, por el solo hecho de ejercer mi libertad de ser humano. Creo que ya he perdido el control. Cuánto me gusta esa palabra: “Control”. Mataría por ella.


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Manuel Vilas, publicado en "Cuadernos Hispanoamericanos", núm. 714, diciembre, 2009.
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Nota retrospectiva de Vilas: me encanta eso de tatuarme en el brazo "doña Letizia".

martes, 5 de enero de 2010

"UN HOMBRE MARCHÓ": UNA DE LAS CANCIONES MÁS HERMOSAS DE LA TIERRA



España fue injusta con Mari Trini, porque este país no tiene arreglo. Mari Trini fue una de las artistas más maravillosas del mundo. Fue una cantante extraordinaria, llena de talento. Murió el año pasado casi en el olvido. No me parece justo. Su talento era gigantesco. Y a mí me parecía guapísima. Y me lo sigue pareciendo. Ojalá la hubiera conocido. Me he enamorado de ella, sí.

ENTREVISTAS DE ELENA HEVIA EN "EL PERIÓDICO DE CATALUNYA"

A Manuel Vilas:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=675102

A Agustín Fernández Mallo:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=675100&idseccio_PK=1013

lunes, 4 de enero de 2010

COSAS QUE HE HECHO ESTAS NAVIDADES

1.- Ver películas malas on tv.

2.- Escuchar vinilos de los Rolling Stones en un tocadiscos mono.

3.- Ir a las rebajas.

4.- Tirar zapatos viejos.

5.- Desayunar ensaimadas industriales del Hipercor.

6.- Esquiar.

7.- Leer anuncios en los periódicos.

8.- Observar las vidas de mis amigos virtuales de Facebook, ver qué hacen. No hacen gran cosa.

9.- Probar vinos.

10.- Hablar.

UNA COLUMNA DE ROMÁN PIÑA

EN VENA
(EL MEDIO ES EL MENSAJE)

Leyendo el libro “Do it!”, el manual del revolucionario “yippie” de
Jerry Rubin, me encuentro con una semblanza del diseñador de la
edición, Quentin Fiore, discípulo de George Grosz y amigo de Herbert
Marshall McLuhan, el famoso crítico que acuñó la expresión “aldea
global”. Según la nota biográfica de la editorial Blackie Books, la
traducción del clásico “The medium is the message” (1967), que Fiore
escribió a medias con McLuhan, es “El medio es el masaje”. Dadas las
características del gamberro libro de Rubin, no descarto que la
errata haya sido voluntaria. Un guiño del traductor Pablo Álvarez
Ellacuria al inefable gurú de la revolución estudiantil en Berkeley.
A veces las erratas resultan muy inspiradoras, más fértiles que su
versión original acartonada. En nuestro mundo hedonista, nos importa
más el masaje que el mensaje. Preferimos un medio que nos relaje a un
mensaje que nos turbe. De la importancia del medio trata también la
última novela de Manuel Vilas, el aragonés que ha dado el gran
campanazo con “Aire nuestro”, el primer libro que funciona como una
televisión y sin el engorro de los enchufes ni del mando a distancia.
El discurso promocional de la televisión “Aire nuestro” explica que
nada existe si no ha sido retransmitido, y lleva este argumento al
extremo de afirmar que “nadie creyó en la resurrección de Cristo por
el simple hecho de que no fue televisada”. Vilas ha puesto en
nuestras manos el artefacto literario más divertido y original de los
últimos 100 años.
No puedo dejar de pensar en el medio, cuando me entero de que Ramón
Aguiló abandona las páginas de opinión de este diario. Es una pena.
Me gustaba leer a Ramón. Mucho. Ha sido estos últimos años una voz
durísima e incansable, irónico o solemne, según el día, contra la
corrupción de nuestros políticos de todos los colores. Ha tenido que
aguantar, sin duda, mucho tiempo, el ninguneo de sus amigos, el
chantaje de quienes le recomendaban escribir en otro periódico “si
quieres que te leamos”. No he podido hablar con él y desconozco la
razón de su marcha, pero entendería que fuese fruto de una reflexión
sobre la frase de McLuhan. Si el mensaje es el medio y Ramón quiere
comunicar, puede que no haya tenido más remedio que escoger. Perdemos
un gran activo y no sé qué gana Ramón. Quizá dejar de sentirse
acosado por miradas o comentarios de todos aquellos que, en una pose
dictada por el sectarismo y el espíritu gregario, tienen a gala
estigmatizar a El Mundo-El Día de Baleares, con etiquetas y prejuicios.
Da igual dónde escribamos. Lo que importa es hacerlo con libertad y
sin girar la vista cuando la realidad nos exige compromiso. Pero hoy
en Baleares hay medios que por su coherencia se funden con su
mensaje, y otros que se han hecho expertos en masajes. Porque tener
al poder relajado se paga muy bien.



publicado en "El Mundo", edición de Baleares, 29-12-09.

domingo, 3 de enero de 2010

UN ARTÍCULO SOBRE LA NUEVA DIMENSIÓN DEL MITO DE FEDERICO GARCÍA LORCA


LORCA "RELOADED"



Federico García Lorca es por fin un espectáculo del siglo XXI, es nuestro Michel Jackson, o algo así. Necesitábamos encontrar la materia de que estaba hecho el poeta. Necesitábamos sus huesos, los huesos más amados de nuestra historia. Sin huesos, el cuerpo es ficción. El mito Lorca se agranda. Lorca nos alegra. Es nuestro hit internacional. Me fascina que no aparezcan sus huesos porque eso convierte a Lorca en una ilusión muy posmoderna, muy thriller, muy CSI. Pero amo los huesos de Lorca y quiero verlos antes de morirme.
Como muchos médiums profesionales saben, los espíritus de los muertos no perciben el transcurso de la Historia, se quedan en una inmovilidad alucinada y monolítica. Se quedan con lo último que vieron en vida, y esa última imagen se convierte en una obsesión, que martiriza una y otra vez sus cerebros de ultratumba. Cómo va a saber el fantasma de Lorca que ahora vienen a buscarle con buenísimas intenciones, con el ánimo de la redención y de la reparación. Que vienen a buscarle para darle un beso limpio, un beso democrático, un beso laico, un beso descomunalmente agradecido. Pero cómo se puede reparar el pasado, los muertos saben que el pasado es irredimible. El hecho es que vienen a buscarle de nuevo. En la tradición histórica española ya sabemos qué significa que vengan a buscarte. Alguien que pronuncia tu nombre (suele ser alguien de tu mismo pueblo) y dice “ah, aquí estás, eh, bien escondidito, pues te vas a enterar”, mientras esboza una sonrisa que incluye la tortura, la humillación y la destrucción.
MUDANZA SERENA
Lorca no quiere volver a vernos, porque nos tiene miedo. Cómo decirle que ya no somos los de entonces. Cómo se le dice eso a un muerto cuyo corazón se paró un 18 de agosto de 1936. Lorca no ha visto nuestra mudanza serena, no supo ni quién ganó la Guerra, no sabe quién es Adolfo Suárez, no sabe quién es Juan Carlos I, no sabe quién es Rodríguez Zapatero, ni quién Paulina Rubio, no ha visto ninguna película de Almodóvar, no ha viajado en AVE. No sabe ni quién es Ian Gibson. Parece mentira que Lorca no sepa quién es Ian Gibson. Es que no quiere vernos. Estar bajo tierra es lo mejor que le ha pasado. Veo a sus huesos recorrer la corteza terrestre de España intentando buscar un sitio imposible de excavar. La gran huida de un cadáver bajo la corteza terrestre, por el “underground” hispánico. Pasadizos bajo tierra que un montón de huesos helados recorren buscando una fosa impenetrable.
EL SITIO DEFINITIVO
Es muy posible que don Antonio Machado tampoco esté ya en Collioure. “Váyase de allí, don Antonio, vendrán de nuevo a por usted, no se conforman con una vez, eso sería demasiado compasivo, vienen de nuevo, por mí ya han venido una vez más, haga lo que yo, muévase bajo la tierra, oscile, fluctúe, viaje, peregrine, ni se le ocurra quedarse quieto, camine bajo los pasos de los vivos, no deje que le vuelvan a encontrar; una noche bajo los suelos de Granada, otra bajo los suelos de Sevilla, otra bajo los suelos de Madrid, de Barcelona, de Soria, y de todos los sitios imaginables, aunque hay uno que me parece el sitio definitivo”. “¿Quiere usted decir que vendrán otra vez a por mí? Pero amigo Federico, yo estoy en Francia, aquí no vendrán”. “Vendrán, el asesino siempre regresa al lugar del crimen”. “Y dígame, mi admirado y joven amigo Federico, ¿qué sitio cree usted que es seguro?”. “Tal vez los subterráneos de la Catedral de Santiago de Compostela, allí no se atreverán a hacer agujeros”.
Cuando decidan repatriar a España los restos de Antonio Machado desde Collioure y levanten la magna lápida encontrarán una tumba vacía. Bajo nuestro suelo, hay una salvaje peregrinación de cadáveres aterrados ante la posibilidad de que los vuelvan a encontrar. Tráfico de esqueletos bajo tierra. Cómo saber que los que vienen ahora son amigos. Cómo va a saber eso un cadáver de 1936. Cualquier día en el Metro de Madrid, en el Metro de Barcelona, o por qué no en el Metro de Nueva York, veremos dos entidades fantasmales (Lorca y Machado) o incluso tres (Lorca, Machado y Ruiz Alonso) buscando el sitio definitivo. Porque pronto irán también a por los restos de Ruiz Alonso, que está enterrado en Las Vegas, cerca de Elvis. Porque en toda esta historia veo yo la mano de Elvis Presley. O tal vez la mano de Hitchcock.
SILENCIO PERPETUO
El cadáver de Lorca en una mecedora, en su casa natal, devuelto a la familia un 19 de agosto de 1936 en un gesto compasivo de los militares fascistas que exigía a cambio silencio perpetuo. Daría mil euros por ver la escena de 1966 en que Manolo el Comunista está guiando por los parajes de Alfacar al primer científico guiri y honesto de nuestra historia reciente, y le dice “sí, sí, justo aquí, debajo de donde estamos, me acuerdo como si lo acabara de enterrar ahora mismito”.
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MV, publicado en "ABCD", 2-enero-2010.

sábado, 2 de enero de 2010

DOS LIBROS DE POEMAS




Dos libros de poemas que me gustaron mucho mucho mucho del 2009:




---ANTONIO LUCAS, LOS MUNDOS CONTRARIOS, VISOR, 2009.


---JOSÉ LUIS PIQUERO, EL FIN DE SEMANA PERDIDO, DVD EDICIONES, 2009.
Fotos: arriba: Antonio Lucas. Abajo: José Luis Piquero.
Qué guapos son estos poetas, y los dos llevan barba. Qué bien. Qué bien que existan estos dos tipos. Yo lo celebro. Y los libros son magníficos. Vilas jamás recomienda en vano. Lo que Vilas recomienda va a misa.

UN POEMA DE ADA SALAS SOBRE LOS NADADORES


Como el buen nadador no lucha
con el agua. Extiende un brazo y crece
en ese gesto
y luego
trae el agua hacia sí
batiendo con los pies sin casi hacer espuma
y luego el otro el brazo
en una entrega
parecida al amor
– sin ninguna tensión y con todos
los músculos
activos
sin embargo –.

Escuchando en el agua lo que en el cuerpo
es agua. Naciéndose
en el agua.

Nadándose a sí mismo.

UN POEMA EXCELENTÍSIMO DE IDEA VILARIÑO, CON MIS MEJORES DESEOS PARA ESTE 2010 PARA TODOS LOS QUE SE PASEAN POR AQUÍ

NO TE VERÉ MORIR

Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.

Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.

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Le he cambiado el título al poema de Idea Vilariño. Ella lo tituló "Ya no será", pero es mucho mejor título "No te veré morir".

MARCOS TARACIDO ME ESCRIBE UNA CARTA

La carta:

http://librodenotas.com/textosdelcuervo/17446/carta-a-manuel-vilas

"LECTURAS RECOMENDABLES", POR FERNANDO IWASAKI


2009: lecturas recomendables
(POR FERNANDO IWASAKI)

Ahora que concluye el año, deseo hacer inventario de las lecturas que más he disfrutado a lo largo del 2009, con idea de que alguien pueda encontrar entre mis sugerencias un autor, una aventura o un regalo. Advierto que me limitaré a proponer autores de habla hispana y libros publicados desde el último trimestre de 2008.
ENSAYO: A medida que me hago mayor, valoro más el ensayo sobre todos los géneros, así que recomiendo especialmente «Anatomía de un instante» (Mondadori) de Javier Cercas, acaso el mejor libro del 2009; «El arte de la distorsión» (Alfaguara) del colombiano Juan Gabriel Vásquez, un estupendo compendio de ensayos literarios, y «El insomnio de Bolívar» (Debate) de Jorge Volpi, una lúcida reflexión sobre el bicentenario de las independencias hispanoamericanas.
RELATO: Como no creo que los libros de relatos sean inferiores a las novelas, considero que debo sugerirlos en segundo lugar, así que recomiendo: «Tanta gente sola» (Seix Barral) de Juan Bonilla, un libro colmado de narraciones inteligentes e inquietantes; «La máquina de languidecer» (Páginas de Espuma) de Ángel Olgoso, un autor casi secreto y sin embargo deslumbrante; «Los culpables» (Anagrama) del mexicano Juan Villoro, un libro divertidísimo y al mismo tiempo desolador; «Cazadores de Letras» (Páginas de Espuma) de la argentina Ana María Shua, la mejor escritora de microrrelatos en nuestra lengua: una ma-ra-vi-lla; «Cuatro veces fuego» (Tropo) de Lara Moreno, la última cronopia española, y «Los borrachos de mi vida» (Lengua de Trapo) de Nuria Labari, sin duda la revelación del año en narrativa breve.
DIARIOS, MEMORIAS Y BIOGRAFIAS: Aunque el siglo recién comienza, creo que el más completo autor español contemporáneo es Andrés Trapiello, quien con «Troppo Vero» (Pre-Textos) ha acudido a su cita anual con los lectores de sus diarios. Me encantaron también «Hotel Universo» (Trabe) de José Luis García Martín y «El doctor Thebussem» (Renacimiento) de Iñigo Ybarra.
NOVELA: Los lectores de Antonio Muñoz Molina estamos de enhorabuena, porque «La noche de los tiempos» (Seix Barral) es una novela fastuosa que recomiendo de forma vehemente. Otros títulos estupendos fueron «El viajero del siglo» (Alfaguara), la mejor novela de Andrés Neuman; «El fondo del cielo» (Mondadori) del argentino Rodrigo Fresán, un homenaje literario a la ciencia-ficción; «Los confines» (Destino) del imprescindible Andrés Trapiello y «La sima» (Seix Barral) de José María Merino, un genuino alegato moral contra los sectarismos y revanchismos de la guerra civil.
RESCATES: Javier Marías nos ha regalado «Revolución en el jardín» (Reino de Redonda) del mexicano Jorge Ibargüengoitia, una mezcla genial de Camba y Jardiel.
POESIA: Recomiendo tres antologías publicadas por Renacimiento. A saber, «Defensa personal» de Juan Bonilla, «Todo es para siempre» de Pedro Sevilla y «Memoria del corazón» de Leopoldo Panero.
Sin embargo, no deseo concluir mi enumeración sin destacar quién ha sido mi descubrimiento del 2009. Me refiero al aragonés Manuel Vilas, a quien conocí en la Feria del Libro de Göteborg, donde me obsequió su inclasificable «España» (DVD). Deslumbrado, nada más regresar a Sevilla busqué su poemario «Calor» (DVD) y luego de leer su novela «Aire nuestro» (Alfaguara), debo decir que se me antoja un autor brillante, gamberro y entrañable, pero sobre todo con un sentido del humor tierno y corrosivo al mismo tiempo. Tomad nota: se llama Manuel Vilas.

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publicado en ABC, 30-12-09.