RIMBAUD
Las noches, los túneles de los trenes, el cielo maligno,
Sus horribles amigachos nunca lo supieron;
Pero en este chaval la mentira de la literatura
Reventó como una tubería helada: el frío nos trajo a un poeta.
Las copas que le pagaba su lerdo y lírico amigo,
Sus cincos sentidos que saltan en pedazos, sistemáticamente,
Pusieron fin a la vaguedad del mundo;
Hasta que de la poesía y de la perdición se apartó con ganas.
El verso era una iluminación especial del oído;
Nunca fue suficiente la honestidad; otra vez
El infierno de los niños: había que intentar otra cosa.
Ahora, atravesando África al galope, soñó
Una vida nueva, tener un hijo, ser un ingeniero,
Una verdad normal para hombres que mienten.
martes, 1 de noviembre de 2011
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1 comentario:
Era un puto homenaje a ti, a nosotros. Tú eres el único hombre al que amo. Lo sabes de sobra.
R.
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