Tengo auténtica y apasionada devoción literaria por Javier Calvo. Es un escritor brilllante, autor de páginas ante las que he sentido envidia y rendida admiración, y él lo sabe. Me ha divertido el texto que ha escrito en su blog sobre la cuestión del género literario de "Aire Nuestro". Me ha divertido porque el final del texto de Javier era muy quijotesco, era un "revival" de la polémica cervantina del "baciyelmo". Pero no consigo que este asunto del género me estimule ya. Más cuando la discusión sobre el género literario, aunque empiece de forma eufórica, acaba siempre en los albañales del academicismo. Y, además, y esto sí me preocupa, todo esto sólo sirve, a la postre, para hurtar o para que no se hable de los contenidos del libro, que estos sí me interesan; y de los cuales Javier Calvo dio exhaustiva cuenta en el extraordinario artículo -casi un ensayo- que escribió sobre "Aire Nuestro" en la revista "Quimera" del mes de diciembre.
Pero como uno es quijotesco hasta la médula, lo que sí está claro -obviamente, para mí- es que "Aire Nuestro" no es un libro de relatos, como sostiene Javier. Esto sí me parece imposible. Textos como "Entrevista con Bobby Wilaz", o "Juan Carlos I", o "Carta al hijo", o "Habla el espíritu de teletienda" no son ni relatos ni cuentos. ¿Qué son?
14 comentarios:
Querido Vilas. Cuando se te critica por hacer lo que otros han hecho antes, vanguaridas?, o hacer algo que rechazan de antemano, nocilla?, lo que ocurre es que no se han enterado lo que se está cociendo. Tu narrativa en mi modesta opinión está en la estela de la de Bolaño, porque hace lo que sólo Bolaño había hecho antes. No lo puedes dudar, le debes mucho a Bolaño. Más quizá en España que en Aire Nuestro, pero para mí es indudable. Quizá te pusiste a escribir narrativa en serio después de leerlo, de sudarlo, de pensarlo. Y no es un modo de encarecer tu narrativa, sino que ahíu está lo verdaderamente importante. Quien ha entendido a Bolaño te tiene que seguir con pasíón y alegría. Porque tú has recogido el testigo de algo que ya no es el cuento tradicional, ni la novela tradicional, ni la trama tradicional, ni el lenguaje tradicional, ni los personajes tradicionales, etc. Y cuando digo tradicional digo de ayer mismo. De hoy mismo. Incluso serán los que mañana te llamen advenedizo o flojo o fútil. Pero claro se lo estarán perdiendo. Buenas noches y que duermas con los angelitos.
¿Qué son?
Sí, Bolaño me encanta. Lo he leído bien, muy bien y mucho y he escrito sobre él.
RW, siempre en la sombra. Pero el rojo no le viene bien a tu blog.
Ah, gracias a los dos: a Isaac, y a RW.
¿fabulas con moraleja? Johnny Cash es una raposa, Juan Carlos III una tortuga, etc. Has sustituido la fauna por otros referentes reales o supuestos para la encarnación de determinados valores, ideales, circunstancias. Te reivindico como el Samaniego del siglo XXI, que viene a enseñarnos como manejarnos en el futuro que nos espera.
PD: la moraleja es el mando a distancia
Son escritura.
La novela da más dinero que el relato, primo.
Igual que el pan es pan, y el vino, vino, Aire Nuestro es una novela con "gracietas" tocadas por la gracia.
Con Bolaño ya lo comparé yo hace cuatro años. A buenas horas.
Y una Zeta, ¿qué es una Zeta?, ¿dónde estará mi Zeta?.
Quiero mi Zeta.
Lo tengo claro: para mi es una novela. Dices MV que "el mando a distancia es el hilo conductor de Aire Nuestro", tu novela.
Yo llegaría más lejos y afirmaría que lo es, pero junto al mando a distancia está la mano que lo maneja, que abre, lee, y vive Aire Nuestro, porque eso es lo que hace grande tu novela y la crea como tal. Eso es tu novela: literatura llena de emociones y por lo tanto llena de vida. Lo demás (las polémicas) es lo de menos. Y ya lo tenía claro con "España", te lo dije, Vilas.
Calvo no se entera demasiado de las cosas. He leído su post. Parece que está obsesionado en defender a capa y espada que Aire nuestro no es una novela, y acambio afirma con rotundidad que es un libro de cuentos como las mil y una noches, pues no.
Tu novela es lo máximo. Pero tú eres muy gordo. Vaya una desilusión.
Puri.
<¡Quién es el gordo? la foto es de Calvo
Bolaño, insisto, es un coñazo y Manolo todo lo contrario. Los capítulos de AN son tramos de montaña rusa, que a ratos empalman con la mansión del terror.
Román Piña.
Piña, pelota.
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