En Estocolmo, en un Bar de Hielo, con la escritora Irene Zoe Alameda. Había que ponerse un abrigo espectacular. La barra del bar era de hielo, los vasos eran de hielo, las mesas eran de hielo, las columnas eran de hielo, las paredes eran de hielo. Mi corazón era de carne caliente, a mil grados. Casi quemo el bar.
domingo, 14 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Dejé un youtube maravilloso en mi blog, parte lateral, qué frío pero qué buena compañía, inmejorable.
;)
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