POST-EXPO
En el año 2189 en la Expo tendrán lugar los últimos duelos a pistola de la era global. Grandes edificios en ruinas, 47 grados a la sombra provocados por el cambio climático, pistoleros crepusculares viviendo en los sótanos de la Torre del Agua. En el 2323 el Pabellón Puente albergará los últimos restos de agua líquida sobre la tierra. En el 2348 ya no será necesaria el agua antigua sino el viento líquido de origen galáctico. Desaparecerán los océanos tal como los conocemos. Se expulsará al agua vieja de la tierra. Será sustituida por agua inteligente y de última generación. Agua que se reciclará sola. Te lavarás los dientes y el agua de tus dientes a los cinco minutos estará como nueva en la nevera. Agua que hable y nos haga compañía. Agua de colores y agua perfumada. Y agua de la memoria. Agua erótica. En el 2456 la literatura sobre el agua del 2008 será incomprensible. Será incomprensible la Expo, como las pirámides egipcias son incomprensibles. Ese tiempo ya está aquí, sobre el tiempo nuestro, en paralelo. El Pabellón Vilas y el bañador atlético del alcalde Belloch serán partículas subatómicas. No habrá memoria de nada. En el 2876 una réplica de la Torre del Agua decorará el Pabellón de la Ex República española en Marte. Pero mientras eso ocurre, el chorro de las duchas (en este agosto de 2008) de las lujosas habitaciones del Hotel Hiberus es el más potente de Zaragoza. ¿Por qué la potencia de las duchas de los hoteles del año 2008 es siete veces superior a la potencia de las duchas de nuestras casas? ¿Dónde se contrata esa ferocidad del agua? En el 3008, habrá alguien investigando sobre la programación de la Expo. Sacará conclusiones sociológicas, pero esas conclusiones no le importarán absolutamente a nadie. En el 3456 el meandro de Ranillas será una micronación dedicada al cultivo de lenguas del pasado, para que no se pierdan, lenguas como el español, el inglés y el alemán. En ese mismo año, un millonario ocurrente comprará los viejos cauces del Ebro y los llenará de champán navegable. En el 3508 se celebrarán los 1500 años de la Expo. El programa ya está escrito e incluye una programación muy variada. Están a la venta desde mañana los pases de temporada.
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Publicado en "Heraldo de Aragón".
Este artículo se lo dedico a Agustín Fernández Mallo. Las micronaciones son todas suyas.
8 comentarios:
Gracias, Manuel, por la dedicatoria de un artículo tan cojonudo. Me lo he pasado más que bien leyéndolo.
Tú lo dices: agua inteligente, agua que se autorrecicle.
Y una pregunta ¿en esa expo del agua no han gastado mucha agua? Cada vez que ponía la tele, ¡ahí (ay) va, qué chorrazo! ¿Iba esa agua en circuito cerrado, en loop, como los cerebros menos evolucinados, que vuelven sobre sí mismos sin retroalimentación, por el contario iba en loop pero a cada ciclo se hacía más inteligente, es decir, más pura? ¿O simplemente se iba por el desague?
Lo sabremos en el año 2508.
Agustín
Un abrazo
Sabido es que Montero Glez tiene una extraña fijación por la literatura de Agustín Fdez Mallo. A mi, como me gustan los dos pero el Glez se está poniendo un tanto pesado con denostar la metafísica y la metanozilla de pixel, el otro día me dió pie para dejar en su blog éste soneto.
Primo, déjame cantarle éste bolero
a tu prosa apasionada y casquivana
que cultivas con cuajo de torero,
sin ascos a los saltos de la rana.
Hace tiempo que soy tu alabardero,
y han crecido en mis ojos almorranas
que por ser, hasta he sido campanero
de tus greguerías y filigranas.
Pero eso que tú crees calderilla;
la nocilla sin pólvora ni pistón,
muñeca hinchable o polla de juguete,
es para necrófilos, la ladilla,
una salida por otro callejón,
un bolero vibrante, aún con falsete.
Como siempre: tremendo y magnifico MV.
Sigo tus artículos sobre la Expo y me admira cómo recurres a la " buena literatura".Gracias por
refrescarnos la imaginación con el tema tan socorrido del agua, pero no menos olvidado por casi todos.
Un abrazo
María Boned
así que eres admiraDor de lou reed. bien ahí
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Agustín: no sabía eso del agua, pero me parece cojonudo, investigo a ver.
Abrazos para todos.
Ah, muy bueno el soneto, pepe.
Nocilla Experience es una novela buenísima, lo que pasa es que es muy moderna, y está llena de frescura y de inteligencia.
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