Como sabe quien me conoce, soy un cinéfilo absurdo y desnaturalizado. Veo toda clase de películas. Desde niño, me lo trago todo. En mi infancia, iba con mis tíos al cine y me tragaba dos películas seguidas. He visto miles y miles de películas en mi vida. Las he visto, seguramente, porque no tenía otra cosa mejor que hacer y por vagancia. Soy cinéfilo porque soy un vago vital. Es decir, no soy un cinéfilo porque me entusiasme el cine. Soy cinéfilo porque no me ha quedado otro remedio. Porque, en realidad, el cine no me entusiasma. Tampoco me entusiasma la literatura. Bueno, no me entusiasma nada. Nada, tío. ¿Woody Guthrie? Tal vez sí.
Pero hay una película que sí me ha importado por encima de otras miles de películas que he visto. Y esa es "Once Upon A Time In America" de Sergio Leone. No todo el mundo la entiende. Hay mucha gente que se cree que es una película de gángsters y de mafiosos, etc. Yo no suelo hablar de esta película con cualquiera. Suelo hacer una o dos preguntas. Según qué me contestan, paso a hablar enseguida del Tour de Francia.
Nadie daba un duro por Leone. Tampoco lo daban por Cervantes.
4 comentarios:
¿Qué dos preguntas? Las necesitamos saber, Vilas. Venga, las preguntas, tío, suéltalas, dispara.
A mí, si me gustan las peliculas. No todas, claro, pero no me suena la que mencionas. Intentaré verla lo antes posible, y si haces las preguntas, te contestaré con sinceridad. Bueno, tampoco sabría hacerlo de otra manera Manuel. Espero encontrarla con ése título y en español. Nos vemos. Muchos besos MVV.
En realidad la intención de Leone va más allá de la mera película de mafiosos o gángsters, igual que en sus westerns va mucho más allá del aspecto folclórico de los pistoleros, las venganzas, etc. En realidad, "Érase una vez América" no puede separarse, temáticamente, de "Agáchate Maldito" y de la excelente "Hasta que llegó su hora" (C'era una volta il west), conformando una especie de trilogía sobre el origen de los Estados Unidos que Leone encaró tras su trilogía del Dólar.
Saludos.
He de confesar, con un mes de retraso, que también soy cinéfilo absurdo, con una memoria trivial que me permite recordar cosas igualmente absurdas y que hacen que gane al trivial.
De todas formas, no sólo soy cinéfilo, también soy cinéfago y, en malos momentos (¿acaso existen los buenos?), me vuelvo cinéfalo.
Un saludo.
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