martes, 22 de noviembre de 2011

CONSEJOS A MARIANO RAJOY MADE IN VILAS

Mariano, congélame, tío. Estoy listo para el sacrificio final. Vengo de la pobreza histórica, me separan dos generaciones del hambre. Puedo volver a ella, me importa un jodido pimiento. No condenaré la vida por eso. Mariano, y todos los demás, ¿me estáis diciendo que si regreso a la miseria habrá un día en que otros hijos de España volverán a tener lo que yo tuve hasta ayer? Es decir, un coche y un piso. Tío, esto se va a la mierda. Viva la vida. Paso de tu Merkel. Paso de esta mierda. No sabes la que se te viene encima. Más te valdría hacerte popcomunista como yo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

COMENTARIO POSTELECTORAL

Me conmueve la desesperación del pueblo español. Me asquea que 300.000 votos en una comunidad valgan más que en otra: No es democracia eso, eso es mierda.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LENIN CENSURA EL CANON POÉTICO DE VILAS BLOOM

LENIN: ¿Qué hace Whitman allí, en el canon, Vilas, estás loco o qué? Muy bien elegido Neruda, pero el yanqui ese..., en fin, que solo te faltaba incluir a Frank Sinatra. Si estuviera vivo te mandaba fusilar.
VILAS: No sé, me parecía que pegaba, que quedaba chulo y eso.

LENIN: ¿Y César Vallejo? No has puesto a Vallejo. Y te has dejado a Maiakovski. Eres un reaccionario, un burgués. Menos mal que has quitado a Baudelaire y al católico de Eliot y al mariconchelo de Rilke, eso es un atenuante. Y de Rafael Alberti no dices nada, pobre Rafael. Y Lorca, qué, Lorca es epíco, capullo.

VILAS: Y no he dicho nada de Gil de Biedma, de quien soy fan. Es el poeta de mi vida.

LENIN: Bueno, ese intentó ser comunista, o sea que tranquilo. Lo intentó, y eso cuenta. Ah, por cierto, qué es esa cursilada de "el poeta de mi vida". Tú eres un maricón, un cursi, un español, Vilas.

VILAS: Ya.

LENIN: Y te has dejado a los Sex Pistols, esos son los mejores. Le dan mil vueltas a Neruda, incluso son mejores que Maiakovsvi. Lo Sex Pistols, esos son los poetas que yo adoro. Te tendría que mandar fusilar. No has dado ni una. Eres tonto. Pero en fin, parece ser que eres el único capullo dispuesto a hablar conmigo. Y la verdad es que estoy jodidamente solo.

VILAS: Ya.

jueves, 17 de noviembre de 2011

VILAS BLOOM Y SU CANON ABSURDO

Hay dos poetas que me interesan muchísimo. Eh, sí, muchísimo. Son mi ideal. Uno es Pablo Neruda y el otro es Walt Whitman. Los dos tienen versos malísimos. Pero son los únicos poetas que sobrevivirán. De lo demás, nada. Ni el nombre. Nada de Eliot, nada de Juan Ramón, nada de Lorca, nada de Baudelaire, nada de Cernuda, nada de Cluadio Rodríguez, nada de Paul Valery, nada de Rilke, etc, etc. Solo Neruda y Whitman. Son épicos. La poesía o es épica o es un arte pequeñoburgués insignificante.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

LENIN RETURNS. OH, CAPITÁN, MI CAPITÁN. HACIA EL POP-COMMUNISM.

Tengo la sospecha de que dentro de unos años volverá una izquierda neomarxista y democrática a Europa. Una reordenación de la riqueza de carácter neomarxista avanzado, con métodos tecnológicos basados en la física cuántica y en el amor a la democracia de la poesía de Walt Whitman. Una fusión de marxismo y democracia inesperada, inexplicable aún. El modelo capitalista se ha acabado. No hay más. La voracidad de los mercados significa esto: no vamos a dejarte vivir bien, queremos que madrugues más, madrugas poco hijodeputa, queremos que curres 12 horas diarias, que ganes 700 euros y que tus hijos sean tontos y tú te mueras pronto. O eso o la nada. Es decir, ni un euro y mucho menos los 400 del paro. Y, por supuesto, el regreso a la mendicidad, tan española ella.
De modo que comienza la conjura. Los nuevos comunistas están naciendo hoy. Los veo, dentro de veinte años, entrando en Wall Street con banderas rojas, ah, qué bien. Qué peli, tío. Gritando "Oh, capitán, mi capitán". El susto que se van a llevar los mercados cuando vengan los grandes comunistas del futuro.
Ya están aquí. Lenin returns. Yo lo veré. Espero estar allí. Hecho un Robespierre yo. Un Vilaspierre, sí. Guau. Qué ganas tengo. No hay nada que asuste más a la gente que un comunista. El comunismo es OK. Pero hay que refurmularlo. Lenin, asístenos.
Todo tiene que cambiar.
Hay que cambiar la Historia.

Para eso venimos a este mundo, para cambiarlo todo. Con respeto, eso sí. Jaja, mucho respeto.

Lenin, I Love You.

OH CAPITÁN, MI CAPITÁN.

Lenin & Whitman: Parece el nombre de una agencia de calificación.

UN COMUNISMO POP: POP-COMMUNISM.



lunes, 14 de noviembre de 2011

"LA MULTITUD QUE CAMINA" (ARTÍCULO EN "ABC CULTURAL")


LA MULTITUD QUE CAMINA



Los seres humanos somos capaces de pensarnos muertos de mil maneras distintas y ninguna de ellas es verdad. Los zombis nunca me dieron absolutamente nada de miedo. Tampoco asco. Son una creación cultural tan pop como las patillas de Elvis Presley. Cuando los veo en la tele o en el cine, me dan ganas de darles un beso en su boca nauseabunda y retorcida. Van todos tan juntitos siempre, en manada, se supone que vienen de entre los muertos. Pero son tan cutres los zombis, degradan tanto la muerte, que acaban convirtiendo al resucitado en un mendigo. Parece una lección última del capitalismo moral: si resucitas, aun es peor. Descansa en paz, no vuelvas, ni se te ocurra volver; desde la muerte se regresa solo para dar más pena aún que la pena que diste mientras estabas vivo. ¿Por qué las uñas de un zombi, tal como se vieron en el primer capítulo de la primera temporada de la famosa serie televisiva americana The Walking Dead, tienen que ser tan rematadamente asquerosas? ¿Por qué la muerte debe ser tan irrespetuosa con la manicura clásica? Es una cuestión de trasfondo social. Los zombis son el proletariado del Más Allá, son la masa barata, el contrapunto de los altos espíritus de los ángeles, de las criaturas resplandecientes y de los vampiros pijos de Crepúsculo.
Para que quede claro que los zombis son escoria política, el primer capítulo de The Walking Dead se abre con el fusilamiento cerebral de una niña zombi, que arrastra un osito de peluche. Nos gusta que maten a un niña zombi, no vemos niñez ni inocencia en ella, solo vemos miseria y excremento. Miseria y alienación son dos conceptos políticos. Por cierto, hay un personaje en The Walking Dead que es clavadito al cantante español Peret. Me refiero a Dale (interpretado por Jeffrey DeMunn). Dale y Peret tienen el mismo toque visual de barba blanca, el mismo mentón, la misma cabeza. Cada vez que veo a Dale en la pantalla de la tele, pienso que en cualquier momento va a romper a cantarles a los zombis “una lágrima cayó en la arena, en la arena cayó tu lágrima”. Zombis y rumba catalana.
Desde que los inventó el director de cine George A. Romero en la legendaria película La noche de los muertos vivientes (1968) hasta la serie de televisión The Walking Dead (2010) los zombis han campado a sus anchas por el mundo de los vivos. Romero les atribuyó una cualidad fundamental: que van a dos por hora. No corren. Eso pensaba Romero: que la muerte era lenta, que la muerte te convertía en el cochambroso caracol más lento del universo. Romero se inventó un bicho humano al que poder pegar tiros en la cabeza sin remordimiento alguno. Romero se inventó la democratización de Drácula. Se inventó un submundo muy mexicano. La estética zombi se basa en los grotescos esqueletos mexicanos, en la Santa Muerte. El no-muerto perdía su aura romántica, le era retirado su encopetamiento aristocrático. El no-muerto se convertía en masa. Porque la característica del zombi es ser masa, y ser nadie. El zombi nunca estuvo vivo. Lo que arroja un saldo metafísico: la vida no existe.
El principal horror del zombi es que va en manifestación, es decir, es un colectivo, por tanto, el zombi tiene argumento político. Entre los zombis no hay distinción social. El zombi es pobre. No hay líderes entre los zombis. Parecen comunistas mudos. Sí, son comunistas. O mucho peor: anarquistas. Además, han perdido la subjetividad del mundo burgués. Exactamente, son “anarcomoribundos”. Me hace gracia pensar en la posibilidad de que Lenin fuese el primer zombi de la Historia. Yo creo que los zombis incluso pudieran simbolizar la demonización naïf que la cultura popular americana hizo del bolchevismo.
No tienen ocio los zombis. ¿Qué hacen mientras no persiguen vivos? Se quedan por ahí tirados, en las calles. Son vagos, perezosos e inútiles. Se sientan en una butaca de autobús derruido y allí se quedan, a la espera de oler a carne humana o a la espera de oír algún ruido. No son capaces ni de ponerse la camisa por dentro del pantalón. Sus harapos representan el terror que nos inspira el Tercer Mundo. Porque el Tercer Mundo es un mundo de zombis. Estoy esperando una película de zombis musulmanes. Cualquiera se atreve con eso. Imposible. Hay zombis negros, chicanos, chinos, indios, pero no hay zombis musulmanes. ¿Zombis etarras? No sé. El cientificismo con que a veces se decoran estas películas es chiripitifláutico: que si es un virus que bloquea el cerebro, que si un mordisco te contagia, que si no haces ruido no se enteran de nada, y que por eso es mejor rematarlos con silenciosas flechas de ballesta.
A mí me gusta cómo el protagonista de The Walking Dead, el sheriff Rick Grimes dispara con su revólver. Me gusta cómo suda matando zombis. La esposa de Rick tiene un rollo con Shane Walsh, el amigo íntimo de su esposo. El lado de los vivos es bastante sórdido. Esto se lo inventó Romero, el hecho comprometido de que los vivos que luchan contra los zombis sean desleales y perversos. Igual quería Romero que dudásemos si estar con los zombis o con los supervivientes, o lo que es peor: que no advirtiéramos ninguna diferencia entre vivos y muertos. Esa es la parte que menos me gusta del reino de los zombis: su relativismo, su profunda desesperación, su apocalíptica mirada.
He vuelto a ver algunas viejas películas de George A. Romero. Son tan aburridas que casi me resultan conmovedoras, pero claro, no me dan nada de miedo. Ya nada me da miedo, será que me he hecho viejo. Vi una de 1985, titulada El día de los muertos. En ella, un científico loco consigue amaestrar un zombi. El zombi amaestrado parecía un mono que sabía coger un teléfono, empuñar una pistola y abrir las páginas de un libro. La cultura de la supervivencia extrema es patrimonio del cine estadounidense. The Walking Dead actualiza esa cultura, es una cultura de la tristeza, del pesimismo y del aniquilamiento. El zombi es una metáfora del miedo a todo, del miedo a la vida y a la muerte, de ese pánico generalizado, tras el 11-S. El zombi no existe. La muerte sí. Y la muerte es humana y racional. La muerte de los seres humanos no es ridícula, el zombi sí lo es. ¿Qué hacer con un zombi? Lo que siempre se ha hecho: darle una limosna, un euro para que se compre una Coca-Cola.



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MV, "Abc Cultural", 12-Noviembre-2011.

viernes, 11 de noviembre de 2011

ARTÍCULO DE LA REVISTA "QUIMERA", EN MI SECCIÓN "GRAN TURISMO", Número de Noviembre.



DURO, SÓRDIDO Y BARATO


Cuando Joy Division en la voz de Ian Curtis decide versionear “Sister Ray” de The Velvet Underground, allí, en ese momento, se produce un acto de energía artística trascendental. Para mí tan alto, históricamente tan duro, como cuando Lenin lee por vez primera a Carlos Marx. De hecho, ya no concibo a Lenin leyendo a Marx si no es desde un cuadro de Andy Warhol. La cultura Pop es la única cultura posible, esa es la cuestión. Esa cultura está en la música, está en el cine, está en la pintura, y sobre todo, está en la vida de la gente. Está muy metida en la vida de la gente. La gente es Pop, o afterpop, por decirlo a la manera de Eloy Fernández Porta.
Pero qué pasa con la literatura. Ay, amigos, esa es la última de la clase. La más tonta. La literatura se resiste. Lleva resistiéndose unos cincuenta años. Es muy aristocrática ella. Y en España esa resistencia es casi marca de la casa, una nueva reserva espiritual de occidente. Se nos dijo, de pequeñitos, que sí, que vale, que estaba bien que te gustase Bob Dylan, o incluso (y ya es incluso) la Velvet Underground, pero que te olvidases de eso a la hora de escribir. A la hora de escribir Dylan y la Velvet se tenían que quedar fuera. Que si querías algo así, en plan poesía, pero de verdad, pues Petrarca y la tradición clásica. Bien, pues eso es mentira. Una fea mentira. Una asquerosa mentira. ¿Qué diablos puede hacer un hombre como yo con Petrarca? Me da miedo y no entiendo nada. Y Ariosto, pánico me da. Y Horacio, yo no sé qué me da Horacio. Me parece un buen nombre para un bar de copas: vamos al Horacio, amor mío. Haremos el amor esta noche en los célebres lavabos del Horacio.
Un día el poeta y director de DVD Ediciones Sergio Gaspar, hombre bien ajeno al Pop, me dijo, sin embargo, lo siguiente: “la cultura Pop es la única cultura viva en Occidente hoy”. Se podría incluso decir, añado yo ahora, que la literatura que procede del Pop es la única literatura históricamente responsable. Si es que la responsabilidad histórica es un bien estético que interesa a la literatura. La cultura Pop está en el mundo o es el mundo, y en la literatura que procede de esa cultura hay lo que los antiguos llamaban “realismo histórico”. El cine de Luis Buñuel fue un cine Pop antes del Pop. Richard Wagner fue precursor del caos del Punk. Desde el Punk, desde los Sex Pistols, no ha pasado nada en el mundo. Terrible. Digo que pase algo de verdad, no sutilezas. Algo duro, sórdido y barato.
Porque si te gusta lo duro, lo sórdido y lo barato, ¿a quién demonios lees? En España, di, ¿a quién lees? Por eso yo me iba de la literatura, me iba ya. Dije “bah, tío, me duermo, que es que me duermo de verdad”. Entonces, me llamó Sergio Gaspar y me dijo “eh, Vilas, este es el momento, ya estamos maduros para el caos”. Esto fue en el verano del 2008. Estaba yo en una jodida piscina municipal de Zaragoza oyendo “Sister Ray” en el MP3. Era agosto. Una piscina municipal del extrarradio de Zaragoza es la única poética literaria que puede albergar en su dulce corazón un tipo como yo, claro. Mi literatura no se gestó en un castillo. Se gestó en una piscina municipal. Allí, y muy bien, eh.
Gaspar me dijo “Vilas, este es el momento, escribe, tío; a esa mierda que escribes le ha llegado su momento”. Ah, qué bien, parecíamos dos conjurados. Un mes después le di mi novela España y él la publicó enseguida, algo sorprendente. “Hay que darse prisa, igual el caos solo está maduro media hora o una hora a lo sumo, siendo optimista, una hora y cuarto”, explicó Gaspar, enemigo de las prisas. La única aspiración legítima de la literatura es el caos histórico, es el agrio consentimiento a la muerte y a la política, y es el amor puro. Pues sí, vamos a dejar un bonito suvenir de nuestro paso por la historia de la literatura española. Siempre hablando de cosas que no nos dan de comer. Maduros para el caos, sí.



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MV, Quimera, Noviembre de 2011.

jueves, 10 de noviembre de 2011

INGRAVIDEZ

Hay gente que es de derechas y ni lo sabe. Se creen que son demócratas, paladines de la libertad, etc. Ya es bien jodido ser de derechas y no saberlo. Claro que si no lo sabes, pues mira qué inconsciencia más poética y más chula, ¿no? Ser de derechas y no saberlo es lo último en tecnología ideológica de última generación.

PROGRAMA DE REFORMAS METAFISCALES

Para entender a Alemania y Francia, hay que ponerse en la piel de Alemania y Francia. Imagínate que a tu urbanización ha venido a vivir gente muy guay, pero que están todo el día pidiendo. Piden todo el rato y están todo el día vagueando, esperando que tú les arregles la vida. Un poco de orgullo, tío. Un poco de dignidad. Que no te lo imaginas, yo tampoco. Lo que hay que hacer es saquear Francia y Alemania. Ya dirigiremos nosotros la Peugeot y la Mercedes. Luego saquearemos USA. Y China ni la saquearemos, es muy fea.

martes, 8 de noviembre de 2011

EL DEBATE

RESUMEN DEL DEBATE DE AYER


CAMPO VIDAL: Hablemos de los pobres.


RAJOY: Voy a poner a trabajar a todos los pobres, sin distinción de raza o sexo, a trabajar mucho pero a cobrar poco, tal vez muy poco; pero trabajar, trabajarán.


RUBALCABA: Amo a los pobres. Yo soy pobre. Venid conmigo, hermanitos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

MÁS SOBRE "MELANCHOLIA"

1.-Hay un momento espléndido en "Melancholia", cuando Justine le dice a su hermana Claire que "no hay vida más que en la tierra, lo sé", descartando así de una forma tan hermosa y tan precisa la vida extraterrestre que de repente el espectador comprende que la vida fuera de la tierra es solo un cuento para niños tan asustados como tontos.




2.- En realidad, "Melancholia" es el triunfo de la cultura europea frente a la cultura de los Estados Unidos. Es un renacimento de Europa muy poderoso. Pero será un hecho aislado, imagino. No tendrá continuidad en otras obras demoledoras e importantes, qué pena. Todo lo mejor de la cultura norteamericana sale tocado de puerilidad, de imprecisión, de vaguedad y de vulgaridad después de ver "Melancholia".


3.- "Melancholia" es lo que el euro necesita. Solo la cultura puede salvar la moneda única. Los políticos no saben.

sábado, 5 de noviembre de 2011

"MELANCHOLIA" DE LARS VON TRIER

Acabo de ver "Melancholia". Es una película extraordinaria. El fin del mundo más hermoso y más sencillo que se haya filmado jamás. Lars von Trier convierte a todos los directores y guionistas que han filmado y argumentado el fin del mundo antes de "Melancholia" en pobres diablos sin imaginación y sin humanidad. Lars von Trier ha hecho con el cine hollywoodiense de ciencia ficción y de los meteoritos que arrasan la tierra lo mismo que Cervantes con las novelas de caballerías.

Un director como Lars von Trier arruina y humilla artísticamente a todos los directores de cine que tienen la desgracia de ser sus contemporáneos.

"Melancholia" desenmascara el cine alienado de ciencia ficción de Hollywood. Nos hace humanos, frente a ese cine de Hollywood que nos convierte en mierda.



jueves, 3 de noviembre de 2011

ENTREVISTA A PLATÓN SOBRE LA CRISIS GRIEGA



PLATÓN: Hombre, Vilas, el célebre y guapetón hispano, a ti tenía ganas de verte. Ya he visto que hablaste con el depravado de Aristóteles.
VILAS: Sí, quería también conocer su opinión sobre la crisis griega y el referédum de Papandreu.

PLATÓN: Mira, Vilas, Aristóteles parece un hombre del siglo XIX. Es como un Carlos Marx del Mediterráneo. Quiere devolvernos a la autarquía del dracma. Es decir, dejarnos a merced de los turcos. Papas se ha vuelto loco, solo quiere salvar su culo. Pero pronto no habrá ni culo que salvar. No quedará ni la idea pura de culo. Acabarás viendo a Papas con turbante. Los turcos nos invadirán otra vez si la Mercedes Merkel nos abandona. Y no vendrá Lord Byron a liberarnos, porque ya no hay Lords Byrons por el mundo.

VILAS:¿Tampoco quedará la caverna?

PLATÓN: Sin el rescate alemán, a tomar por culo hasta la caverna. Sabes qué pasa, dulce hispano, que a Aristóteles nunca se le dieron bien los idiomas. El no habla alemán. Yo sí, perefectamente. Yo creo en la Mercedes Merkel y en la Philips, ideas puras ambas.

VILAS: Oiga, no me toque la mano. Al menos, Aristóteles no me metía mano.

PLATÓN: ¿No te gusta el Amor, hermoso hispano?

VILAS: No sé. Mejor hábleme de la crisis griega.

PLATÓN: Mira, o Alemania o el regreso al siglo XIX. Ya sabes: la autarquía, a comer verduras y patatas y a pescar todos los días, a vestir la ropa del abuelo, y a vivir en cabañas. ¿Qué te parece?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ENTREVISTA A ARISTÓTELES SOBRE LA CRISIS GRIEGA

ARISTÓTELES: Hombre, Vilas, qué bien, un hispano.
VILAS: Venía a preguntarle su opinión sobre el referéndum de Papandreu, ya sabe, el asunto de las nuevas medidas de ajuste exigidas por la Unión Europea.
ARISTÓTELES: Mira, Vilas, consultarle al pueblo siempre será una verdad aristotélica. Es mi pueblo. Papandreu hace bien. Le ha costado al hombre, eh, ya lo creo. Tuve que hacerle una visita nocturna, en sus sueños, hace unos días. Le dije “Papas, estás tonto o qué, pregunta a tu pueblo, como no lo hagas te mando a los aburridísimos fantasmas de Platón, Pitágoras y Parménides a que te den de hostias dialécticas todas las noches que te queden de vida, cobarde, que eres un cobarde”. Papas me ha hecho caso, claro.
VILAS: ¿Qué pasa, mal rollo con Platón y todos esos?
ARISTÓTELES: Eso a ti no te importa, hispano, que eres un hispano. Mira, Vilas, la filosofía de Platón es como el sexo de la Merkel, un misterio arcangélico en trance de ser una ociosidad pasiva.
VILAS: ¿Y qué puede pasar?
ARISTÓTELES: Mira Vilas, Papas, sin quererlo, ha encontrado la herramienta del cambio. No va a pasar nada. La única fuerza respetable es la fuerza del trabajo. Los mercados solo son privilegios criminales sobre la fuerza del trabajo. Lo único que va a pasar es que la clase media no podrá cambiarse ni de coche, ni de móvil, ni de microondas una larga temporada. Habrá que renunciar a esas cosas, pero lo haremos encantados, porque, créeme, esas cosas eran falacias de los mercados. A la gente normal no le va a pasar nada porque los mercados se pongan histéricos, eso lo sabe hasta Platón, que está todo el día preguntándose por la naturaleza napoleónica del alma inmortal de Sarkozy.
VILAS: ¿Y qué haremos entonces, si no podemos cambiarnos ni de coche ni de móvil?
ARISTÓTELES: Que qué haremos. Hispano, mira que eres hispano. Pues qué vamos a hacer, idiota, esto haremos: leer a los griegos en ediciones de bolsillo. Por tres euros tienes el ocio y la vida más alta al alcance de tu mano. Leer a los griegos, eso haremos, con eso será suficiente. Ten en cuenta que solo mi obra completa puede llevarte más de un año de lectura, a seis horas diarias. Toda una vida de conocimiento a precios populares. Y ya si te dedicas a leer la obra de Platón ni te cuento, con ese te mueres sin pasar de hoja.
VILAS: Claro, perfecto, madre mía.
ARISTÓTELES: jodido hispano, ay. No te olvides de pagarme el café, no llevo suelto, querido Vilas.

martes, 1 de noviembre de 2011

MI TRADUCCIÓN DEL POEMA "RIMBAUD" DE W.H. AUDEN

RIMBAUD

Las noches, los túneles de los trenes, el cielo maligno,
Sus horribles amigachos nunca lo supieron;
Pero en este chaval la mentira de la literatura
Reventó como una tubería helada: el frío nos trajo a un poeta.

Las copas que le pagaba su lerdo y lírico amigo,
Sus cincos sentidos que saltan en pedazos, sistemáticamente,
Pusieron fin a la vaguedad del mundo;
Hasta que de la poesía y de la perdición se apartó con ganas.

El verso era una iluminación especial del oído;
Nunca fue suficiente la honestidad; otra vez
El infierno de los niños: había que intentar otra cosa.

Ahora, atravesando África al galope, soñó
Una vida nueva, tener un hijo, ser un ingeniero,
Una verdad normal para hombres que mienten.