Pese a esa sólida teoría que afirma que Aragón es pactista en política, a mí siguen sin convencerme los pactos poselectorales. Lo democrático sería que gobernase la lista más votada, como ocurre en Francia, que es el país más civilizado de la tierra. Yo es que soy francés en todo. Lo justo sería que en Aragón gobernase el PSOE, pues ha ganado. Los pactos son posibles en tanto los programas electorales no son necesarios. Lo necesario es blindar el poder. Veremos qué cede el PSOE al PAR. Pero si esa cesión es notable, será una cesión que tendrá bien poco de democrático, por no decir nada. Siendo el PAR un partido conservador, ¿dónde está escrito entonces que el PSOE no pueda pactar con el PP, que ha obtenido miles y miles de votos más que el PAR? Si uno empieza a unir hipótesis ideológicas con la aritmética de los votos y con pactos poselectorales acaba dándose cuenta de que los pactos sirven para que partidos minoritarios saquen una tajada de poder que los votos no les han dado. Y ese es el problema: que gobiernen partidos que no ganan las elecciones. Los partidos minoritarios deben de ayudar a gobernar, sin pedir cotas de poder a cambio, eso sí es legítimo. Y eso es lo que debe hacer el PAR: ayudar a gobernar sin pedir demasiado. ¿Cómo puede ser que el PAR gobierne con 9 diputados? ¿Por qué no gobierna entonces el PSOE en coalición con el PP, que sacó 23 diputados? Pues qué diferencia ideológica hay entre el PAR y el PP: ninguna. Los pactos están en la base de la abstención. La gente se abstiene porque los pactos deterioran el sentido del voto. La abstención aumenta y este aumento es cada vez más grave. La falta de solidez ideológica y la entrega del poder a partidos bisagra es una razón importante de la abstención.
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Columna publicada por Manuel Vilas en la contraportada de "Heraldo de Aragón", 6-Junio-2007.
12 comentarios:
Maestro Vilas: te has puesto político hoy.
Iba a decir: Francés en todo menos en la Velvet.
Pero gracias a Dios sólo hablas de política ¿no?
Salu2 Córneos.
Mmm... tu alter ego tiene razón.
MV...tienes razón...pero como buen conocedor del gremio...a ver si sabes por qué se llaman partidos bisagra?...porque hacen chirriar la democracia...abrazos
Maestro Vilas, con todos mis respetos y mi anuencia con vos: acaso el problema no sean los pactos en sí, sino los pactos contra natura.
Estoy de acuerdo en que la abstención es un problema. ¿Qué tal multar a quienes no ejercen su derecho al voto, como en otros países? Por otro lado, si queremos que se apruebe alguna medida que nos haga avanzar, no puede dejarse siempre el resultado al capricho de la suma aritmética de votos de diputados de diversos partidos, al oportunismo o a la negativa constante del resto de partidos. Jamás se aprobaría nada. Estoy de acuerdo en que los pactos, tal como se entienden hoy, quizá sean un gran problema. Pero en el caso concreto que se cita, me temo que el problema es el PAR.
Ahora, si hablamos de listas abiertas y de verdaderos representantes de la ciudadanía, la cosa cambia.
Saludos.
Se me ocurren varias reflexiones al hilo de lo apuntado por Manuel. La primera: no creo que nadie pueda sentirse traicionado porque PSOE y IU acuerden unos pactos globales para los ayuntamientos de España. Es lo que han venido haciendo desde 1979, y por tanto entra dentro de la lógica y de lo esperable. Como bien apunta Luisa, el problema vendría con los llamados pactos “antinatura”.
Sin embargo, respecto al caso concreto de Aragón, PSOE y PAR llevan varios años gobernando juntos, y da la sensación de que el electorado da por bueno ese pacto de gobierno: ambos partidos han mejorado en escaños (el PSOE incluso en votos). Se supone, pues, que no se ve mal dicho pacto, por lo cual ambos partidos (nos guste más o menos) están legitimados para repetirlos.
Los sistemas de representación proporcional necesitan de los pactos. Yo no creo que pactar entre varias formaciones sea malo (acordaros de la primera legislatura de Aznar, que gobernó en minoría, y de la segunda, que lo hizo sin necesidad de llegar a acuerdos, ¡menuda diferencia!). Pero si preferimos el sistema mayoritario (como en Francia o Inglaterra), habrá que aceptar que un partido que ha conseguido el 35% de los votos tenga una representación parlamentaria superior al 70%, y que por tanto las opciones minoritarias se queden en su mayor parte sin representación parlamentaria.
Opino como tú, Manuel. Los ciudadanos cada vez estamos más desengañados de los políticos y de sus pactos y también cada vez más cansados de votar en blanco. Seguramente si los pactos post-elecciones, se desvelasen antes de llenar las urnas, muchas personas cambiarían su voto. Produce una gran decepción el ver que tu voto no sirve para nada. Si eliges al más votado, resulta que el segundo puede gobernar en coalición con las "bisagras" minoritarias que ejercen su poder dictatorialmente, sin el aval de los votos. Si tu opción es el segundo, en vez de sumar fuerzas, entregas tu voto a una opción no elegida.
Dentro de pocos días se cumplirán 30 años de las primeras elecciones democráticas. Y hemos sido capaces en este tiempo de darle la vuelta a la tortilla. Gobierna el más listo, el más rápido, el que más ofrece. Es frustante.
A los que defienden que gobierne siempre la lista más votada, les planteo siguiente caso (real, por cierto). En Córdoba, donde el PP ha obtenido 14 escaños, IU 11 y el PSOE 4, si le damos el gobierno a la lista más votada, ¿cómo evitar que la oposición tumbe la mayor parte de las propuestas de la alcaldía gracias a que juntos suman más escaños que el PP? O dicho de otra forma: si el PP siendo la lista más votada ha obtenido el 43,96%, y PSOE e IU juntos el 50,73%, ¿es realmente el PP la opción política más votada? Lo dejo aquí, porque no quiero ponerme pesada.
no, en segunda ronda...gana la izquierda...
Un verdadero placer este fin de semana: aprendí muchísimo.
Gracias por todo.
Sofía
Que alguien me explique por qué le ha hecho la fotografía del Blog a Vilas el presidente de Francia!!!
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