La emigración española a Oceanía a lo largo del siglo XX es un misterio que el escritor Jorge Carrión desvela en su recién aparecido libro “Australia. Un viaje” (Berenice, 2008). Las Antípodas es el tema geográfico del libro de Carrión. La originalidad del planteamiento fascina de inmediato. Nunca, hablo por mí, había oído hablar de los españoles emigrados a las Antípodas. En realidad, Australia es una desconocida para el lector culto español. Lo primero que pensamos es que no se habla –por citar unos cuantos países de prestigio literario- de Francia, Estados Unidos, Italia o Rusia, que son los lugares de los que suele hablar un escritor español que viaja por el mundo. Carrión ha elegido para su libro un “topos” sin edificar en la imaginación literaria española, y eso ya dice mucho del deseo de exploración poética de este libro. Carrión, además, pertenece a una generación de narradores nuevos españoles, que traen a la literatura planteamientos distintos. Recientemente, esos narradores han sido antologados en el libro titulado “Mutantes. Narrativa española de última generación” (2007).
Carrión en “Australia. Un viaje” ha escrito, sí, un libro de viajes, desde un “yo” real: el propio Carrión. Pero este libro es más que un libro de viajes. Carrión ha construido una metáfora literaria tan hermosa como distinta: ha querido investigar en ese deseo atávico de emigrar, de viajar, de trasladarse de un sitio a otro, que llevan los seres humanos dentro de su destino. En ese punto, el libro de Carrión es imprescindible, porque tantea zonas universales del pensamiento y de la acción. También es un libro de reconciliación con el mundo, de deseo de entender la vastedad de nuestro planeta. Y, en última instancia, es una guía geográfica y humana de Australia. Carrión es un erudito del viaje. Quiere dejar constancia de los detalles, y le importa el mundo natural que sus ojos ven. El libro está lleno de datos históricos, sociológicos, económicos, etc. Porque el lector sale de este libro conociendo Australia, lo cual vale tanto como reconocer que nuestra imaginación planetaria no está completa sin Australia, esa desconocida. Si desconocemos Australia, cuántas cosas más podemos llegar a desconocer…ese pensamiento se desliza por las páginas del libro de Carrión, y es un pensamiento muy querido y muy deseado por el narrador.
Carrión modifica la estructura clásica del libro de viaje, con plena conciencia, y con conciencia muy literaria. Así “Australia. Un viaje” es un libro de género literario mutante. Está cerca, muy cerca, de la novela de iniciación, pero también del ensayo sociológico, del libro con datos objetivos, sólidos. Y también está cerca de la prosa que busca los límites de la poesía. Y, por último, el libro linda con el diario íntimo, en la medida en que el narrador cuenta la cotidianidad de su viaje y el reencuentro con su propia familia australiana, es decir, con emigrantes españoles. Esa mutación genérica del libro lo convierte, claro, en un libro concienzudamente posmoderno. Y a mi juicio, un libro que abre nuevos caminos, que renueva, y que muestra que los nuevos escritores están buscando territorios sorprendentes en que posar su imaginación.
...............................................................
Artículo publicado por Manuel Vilas, "ABC", 3-abril-2008.
1 comentario:
Sin duda interesante su lectura. Yo tengo un tío que estuvo trabajando diez años en Australia. Aunque yo era muy pequeña, recuerdo que el nombre de ese continente, me parecía el nombre del fin del mundo. Quizás aún me lo parezca.
Besos
Publicar un comentario