miércoles, 22 de diciembre de 2010

UN TEXTO MUY ESPECIAL A MODO DE CUENTO DE NAVIDAD

Jesús ha dejado este comentario que pego más abajo. Me ha parecido tan especial que lo he subido directamente aquí. Es un comentario a mi poema "1985", de mi libro "Calor". Un comentario de alguien que también estuvo allí, el 24 de diciembre de 1985. Bueno, parece un Cuento de Navidad. Gracias, Jesús. Me ha alegrado tu nota. Me ha emocionado mucho recibir esa nota. Te mando un abrazo.


"Gracias a este mundo mágico que es Internet, hoy 22 de diciembre de 2010 he llegado hasta esta entrada de tu blog, Manuel, tan cercana a mí. Me presento: Mi nombre es Jesús y yo también estuve presente en el hecho narrado de la nochebuena de 1985 en Barbastro. Yo por entonces estaba a punto de licenciarme (lo hice el 9 de enero de 1986), era Cabo 1º y estaba en mi último servicio de “semana”. Corroboro todo lo escrito, excepto lógicamente los datos ficticios sobre la identidad del soldado. Si alguien tiene curiosidad, en la hemeroteca del periódico El País, del dia 26 de diciembre de 1985 se puede leer la escueta noticia, en la que se publica el nombre y apellidos del fallecido. Tengo que decir que me ha emocionado leer el relato después de 25 años. Yo también presencié la dantesca escena, con la luz de la linterna en la garita. El soldado, madrileño, y de nombre igual que el mío ocupó durante algún tiempo la litera inferior a la mía. Recuerdo que fue difícil la localización de sus familiares, de hecho tu mismo indicas que a la madre no se la pudo localizar. Este año, al igual que todos desde aquella fecha, volveré a revivir la escena –no he podido olvidarlo, quizás no he querido olvidarlo- y volveré a preguntarme lo que me pregunté entonces: ¿Por qué?. Un abrazo y feliz Navidad. PD: Aparte de este episodio, guardo buen recuerdo de mi paso por Barbastro, "

3 comentarios:

Jesús dijo...

Gracias, Manuel, por publicarlo en tu blog y por el hecho de que te haya parecido especial. Tu lo dices, parece un cuento de Navidad. Hoy justamente se cumplen los 25 años de aquel hecho, que creo nos marcó a todos los que lo vivimos. Después del tiempo transcurrido fué un alivio para mí el saber que alguien más mantiene esos recuerdos en su memoria. Un abrazo, y aquí estaré para lo que necesites. Felices Fiestas.
Jesús

Dos piedras y al río dijo...

El primer día que vi a Manuel Vilas no fue, en absoluto, igualable al día que vi a Manuel Vilas bien vestido: con americana y corbata. El día que vi a Manuel Vilas vestido con americana y corbata mi vida cambió por completo. Entiéndanme: no se trataban de una americana y una corbata cualquieras. Eran una americana y una corbata que realzaban su figura, casi aristocrática. Engrandecían su persona.
Incluso su papada quedaba tersa, inhiesta. Más favorecida que las de los curas del colegio de curas donde estudié, con sus alzacuellos.
El día que vi a Manuel Vilas vestido con americana y corbata supe que yo de mayor quería ser como Manuel Vilas.
Y desde que vi a Manuel Vilas así de guapo cada día me voy a la cama con ganas de darle un besito.

Letr@herido dijo...

Joder, Manolo, cuelga el artículo de los langostinos en el blog, el que publicaste hoy, martes, 28 de diciembre, día de los inocentes, en "Heraldo". Es muy bueno. Tienes un gran sentido del humor y eres un mago de la plurisugerencia. Manolus lapdidarius.
Feliz Año.