lunes, 19 de mayo de 2008

Reseña de CALOR en ABCD, por Luis García Jambrina.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente reseña García Jambrina,
me gustó mucho cuando la leí el sábado en ABC.

¡Abrazos, Manolo!

Anónimo dijo...

una reseña casi casi justa

es cierto que Calor "supone una celebración de la vida y, al mismo tiempo, una demoledora crítica del mundo actual", del hombre actual: sin embargo, este vitalismo es una auténtica putada para el lector, y creo que en eso Vilas se equivocó en la presentación de Zaragoza cuando dijo que se estaba convirtiendo -sin elegirlo- en "poeta político, más que poeta metafísico, que era para lo que pensaba que iba"; creo, es más, que eso no lo piensa Vilas de su poesía, y por eso se atrevió a decirlo:

Calor es mucho más "metafísico" que, por ejemplo, El mal gobierno. La cuestón carece totalmente de importancia: silencio!

por eso la reseña es casi justa, creo que el vitalismo supone una dicotomía frente a una moralidad latente en todo el libro: lo que tampoco tiene importancia, por cierto!

Calor es un poemario cojonudo, te deja jodido y contento!

Calor les invita a todos ustedes a follar, a comer, a veranear en un mundo de mierda con gente y sociedades mierdas y moribundas.

Ya lo saben, roben Calor!!!

Carlangas

Anónimo dijo...

feliz 22-M, man

Esther Cabrales dijo...

Una reseña de España en Calle 20

Anónimo dijo...

Joder, Manolo, ya estás más reseñado (felizmente reseñado) que el gol de Marcelino a Rusia en el 64 (¡gloria a Dios y España!). Me alegro un huevo. ¿Qué tal esos encuentros de nueva narrativa o de narrativa actual? Espero que Vicente, Juan Francisco, Germán, tú et alii no sólo habléis sino que sopléis (moderadamente; o no: inmoderadamente) vinos que os ayuden a vivir y a escribir. Un abrazo para todos y mi enhorabuena.
José María, el galaico abstemio

Anónimo dijo...

"Calor" es un libro impresionante. Critica la realidad y las sociedades humanas, como ha hecho siempre la literatura, aunque ahora parece ser que hacer eso sea una novedad. Pero también es un gran canto a la vida personal. Mezcla la vida personal con la historia. Pero lo que más se nota es lo de siempre: que es un libro de Vilas, un libro de mirada completamente distinta, un libro que no se parece a ningun otro libro.
No sabemos muy bien de dónde viene la voz de Vilas, pero hay que reconocer que su originalidad parece de otro planeta.

Anónimo dijo...

Sí, debe de ser de marte, el planeta caliente, o mercurio, que está más cerca del tórrido sol aún. Siempre he deseado fundar una asociación lingüística con el objetivo de poner en solfa la estupidez magnánima y el dogmatismo fofo que hay detrás de frases como "hay que reconocer que...". Lo malo de esta estupenda empresa es que siempre irá ligada a los consecutivos comentarios de tipos más dogmáticos aún, que tratarán de atacarla sacando a pasear las farsas del respeto a las opiniones, de la tolerancia y de todas esas chufas canallescas con las que tratan de igualar a todos por lo bajo porque nunca tienen nada que decir. Absolutamente nada.