sábado, 28 de abril de 2007

RAYMOND CARVER

RAYMOND CARVER




La publicación en España de la poesía completa del norteamericano Raymond Carver (1939-1988), titulada “Todos nosotros” (Bartleby, 2006) está siendo muy bien acogida por los lectores españoles y el libro figura entre los más vendidos. ¿Por qué se vende Carver tanto en España? La forma de escribir de Carver choca fuertemente con la tradición literaria española. Dudo mucho que un poeta español de la misma generación de Carver tuviera la misma fortuna en una traducción al inglés y en una edición norteamericana. ¿Por qué? Porque la vida americana resulta literariamente convincente, muy probablemente también porque importa más la vida americana que la vida española. Hay algo en Carver que no se prodiga en la poesía española: la confesión de la humildad, la confesión de una experiencia enormemente vulgar de la vida. La vida de Carver fue de una vulgaridad incuestionable. Esa aceptación de la vulgaridad es muy difícil encontrarla en un país latino, en una literatura como la española o la francesa. Pero eso es lo que atrae de Carver: la confesión de su vulgaridad, que se convierte en revelación. A la poesía de Carver los poetas siempre le ponen algún que otro reparo, pero acaban leyéndola. Es muy frecuente, en España, ver la poesía de Carver citada junto a la de Bukowski, con la que no tiene demasiado que ver: es un problema de pereza crítica, pereza de la que sale muy perjudicado Carver. De esa mezcla española de Carver-Bukowski quien sale literariamente desacreditado es Raymond Carver. Carver era otra cosa. Como narrador, Carver es un maestro. Pero la poesía y la narrativa de Carver forman un todo unitario. No hay distancias ni éticas ni estéticas entre su poesía y sus relatos.
Lo que sí tuvo Carver fue muy mala suerte. Murió sin cumplir los cincuenta años y en plena ascensión de su fama literaria. Al menos, vio, antes de morir, cómo sus libros comenzaban a triunfar. Pero Carver es un producto sofisticadamente norteamericano. La paradoja es que si alguien en España escribiera relatos y poemas con la misma audacia y talento que Carver no tendría mucho éxito. Y eso sí que da que pensar; y evidencia que Estados Unidos es una potencia cultural avasalladora, de una fuerza literaria gigantesca. ¿Por qué? Porque es una sociedad vital que carece de complejos culturales. Eso es lo primero que se nota al leer a Carver: su ausencia de complejos. Escribe porque está vivo. Escribe porque le gusta la vida. Escribe sobre su divorcio, sobre su alcoholismo, sobre sus hijos, sobre su padre, sobre la pesca, sobre su segunda mujer, y escribe sobre todas estas cosas con una sola técnica: decir la verdad. Se fija en cosas aparentemente sin importancia. No escribe desde ninguna cátedra de literatura, ni desde ningún lugar socialmente privilegiado, ni desde el deseo de cambiar su vida por otra mejor o de mayor brillo. Eso en España o en Francia o en Italia o en Alemania nos cuesta entenderlo. Y es lo que nos fascina de los norteamericanos. Los norteamericanos cuando escriben no aspiran a construirse con adornos, eso les trae sin cuidado. Por eso, a Carver sólo le apasionaba la verdad de su propia vida.

Artículo de Manuel Vilas, publicado en el periódico “ABC”, 9/4/2007


Nota al nacimiento de este blog: quiero dar las gracias a los escritores y amigos Luisa Miñana y Fernando Sarriá por haberme ayudado (uno es torpe en esto) a confeccionar este blog. Nace este blog en una tarde lluviosa de abril, del 28 de abril, y ha nacido en la casa de Luisa y Fernando.

13 comentarios:

Fernando dijo...

Empezamos bien saliendo del puerto con Carver...a mi me deja la impresión de alguien que me relata con sencillez las cosas que le rodean, el tiempo pasando a su alrededor, su miedo a lo que se aproxima, su amor lleno de sinceridad...me gusta y me emociona...Manuel bienvenido a la red.

Anónimo dijo...

De torpe nada, que te das bastante maña con ésto.
Ha sido un honor asistir al nacimiento de la criatura.
Y muchísimas gracias por esa alusión en el colofón.
¡Mucha suerte y que disfrutes!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias a vosotros. Este blog os debe el nacimiento.

Anónimo dijo...

Brindo por este nacimiento felicísimo. ¡Muchos besos!

Anónimo dijo...

¡Bienvenido a la Blogosfera Manolo!

¡Enhorabuena por el parto, que ilumina como la poesía de Carver esta noche de lluvia!

¡Un grandísimo abrazo!

JR dijo...

¡Manolo, wapo, ya era hora!

Leerte es pasar a otra dimensión -algo que me ocurre a menudo- y disfrutar.

Anteayer en el bloggellón alguien llevó "Resurrección" y no me tocó a mí, menos mal (¡ya lo había leído eh!).

¡Enhorabuena por el blog!

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras, Javier. Un abrazo.

entrenomadas dijo...

Bueno, esta mañana cuando hemos sabido de tu bautizo en la red te hemos enlazado, al rato has desaparecido, y así hasta tres veces.
Ahora que ha parado la lluvia y que los gatos se han dormido te volvemos a enlazar. Esperemos que esta noche ningún leprechaun vuelva a sacarte del blogroll. Mañana lo comprobaremos.
Abrazos, (tres)

Javier López Clemente dijo...

Hola.
Un lujo encontrarse con la sabiduría pedagógica del profesor ¡gratis total! y las 24 horas del día para consultar.Supongo que tambien tropezaremos con el poeta de esta Zeta en fase de transformación, al menos urbanística.

Gracias.

He leído algunos relatos de Carver y me llamó la atención ese transcurrir cotidiano como si no pasra nada.

Salu2 Córneos y dispuesto a aprender.

Anónimo dijo...

"Es posible, en un poema o en un cuento, escribir sobre cosas y objetos comunes y corrientes usando un lenguaje común y corriente pero preciso, e impartirles a esas cosas -una silla, una cortina, un tenedor, una piedra,un arete de mujer- un poder inmenso, incluso perturbador".

Raymond Carver

Anónimo dijo...

Bienvenido al mundillo de los blogs. Yo llevo apenas un mes, así que soy igualmente primerizo. Un saludo.

JOSEMARCO dijo...

Enhorabuena Manolo por tu nuevo Blog. Yo ya llevo casi dos años llenando páginas en blanco. Es como un noviazgo al que hay que ser fiel y constante.
Lo leeré con atención y espero aprender mucho de ti.
José María

Ana Pérez Cañamares dijo...

Transcribí este artículo en mi blog porque me pareció muy interesante, pero lamentablemente lo saqué de una página de internet donde no aparecía firmado. Corrijo el error y aprovecho y te mando un saludo