Me ha gustado mucho la última película de Tarantino. Hacía tiempo que no me reía tanto con una película. Últimamente, me aburro en el cine, aunque soy un adicto. Pero estos “Malditos bastardos” me han parecido fascinantes. Tarantino desborda talento y osadía. Su cine está muy influenciado por el cine de Sergio Leone, a quien homenajea en casi todas sus películas. Tarantino piensa que Leone era uno de los grandes, y yo también. Yo creo que a Luis Buñuel le hubiera encantado el cine de Tarantino. Tarantino destroza la lógica de la narración, como hizo Buñuel en su día. Ahora ha roto la lógica de la Historia con mayúsculas. Ha hecho un cómic sobre la Segunda Guerra Mundial. No me imagino la cara que se les habrá puesto a los espectadores que recuerden “La lista de Schindler” o “El pianista” o “El niño con el pijama de rayas” cuando hayan visto “Malditos bastardos”. Tarantino hace un cine salvaje, y llena las salas. Eso sí que me parece milagroso y alentador. No me cabe duda de que es el gran talento de este tiempo. Su sentido del humor deja en ridículo las películas bienintencionadas de sus colegas. Su anarquía narrativa humilla a todos aquellos directores que se esmeran en contarnos historias humanas. Su violencia cómica afrenta ahora hasta los manuales que intentan contar la Segunda Guerra Mundial. No crea personajes. No crea valores. No crea sentimientos. No crea belleza. No respeta la Historia. Es el caos convertido en el espectáculo cinematográfico más intenso de nuestro tiempo.
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columna publicada en "Heraldo de Aragón", 24-09-09.
5 comentarios:
GENIAL Herr Landa
¿y qué me dices del personaje de Pitt hablando italiano?
creo que leeré el guión.
tengo ganas de volver a ver Jackie Brown. Quizás una pequeña obra maestra olvidada. ¿Te gustó a ti?
un abrazo (pd.- me reí con Tarantino casi tanto como con tus peripecias en Goteborg, cotilleadas en la página de tu vecino)
sergi
Completamente de acuerdo, la escena de Pitt haciendo de italiano es insuperable, de lo mejor de la peli. También lo de King Kong. O cuando el cazanazis se muere de risa con la escayola de la espía.
No puede ser que estemos de acuerdo hasta en esto, me cago en... Tenemos que hacer algo, someternos a una terapia de individuación extrema, aislarnos de la blogosfera, irnos al carajo, cualquier cosa, menos esta coincidencia métrico decimal, esta condición siamesa de nuestros cerebros. Tarantino sí que es el Boss, sin discusión. Como tú dices, hace lo que le sale de los huevos, se ríe de Spielberg, de todo Hollywood y hasta del cine europeo, y llena las salas a reventar, se puede pedir más. Acabo de volver a verla y no dejo de pasmarme de que aquí en los USA, donde no saben lo que es leer un puto subtítulo, el tío haya arrasado (literalmente) en taquilla obligando a sus compatriotas a leer como bobos subtítulos acelerados para poder seguir los endiablados diálogos de la película en alemán, francés e italiano. Y encima se burla de su ignorancia absoluta, menudos paletos analfabetos los bastardos, y les suelta en la cara, vía la divina Kruger, que los americanos no hablan bien ninguna lengua. Sublime!...
Ahora que lo pienso, sí que no estoy de acuerdo en una cosa, menos mal: Tarantino sí que crea personajes, ¿o es que Landa no es uno de los personajes más fascinantes y complejos de las últimas décadas?... Cuando la vuelves a ver, tienes la sensación de que todo el montaje de Tarantino, incluidas las secuencias que ha cortado, conducen a la idea de que lo controla todo desde el principio, nada de lo que hace o dice es improvisado ni casual. Al perdonar la vida a Shoshana al comienzo y dedicarle un Au revoir, consumado sólo en la maravillosa escena del Strudel, no estaría sino abriendo la puerta a conciencia a su escapatoria final...Impresionante narración! Borges aplaudiría con las orejas...
Estoy de acuerdo con lo que dices en el post/columna. Me encantó el papel de la actriz, eos sí, perfectamente ataviada como las grandes divas de la época.. Es una peli gamberra, y como tal hay que verla, pero una gamberrada de primerísima calidad. Una de esas pelis que uno vería dos veces, y eso que a mi Tarantino a veces me parece que se pasa de flipao..
Recuerdo que con Pulp Fiction me reí un montón; sin embargo, vaya misterio..., en la sala nadie más se reía. ¿Era yo el único que entendía las ironías de Tarentino o era yo el único imbécil que no comprendía la extraña seriedad de míster T.? Desde entonces, a veces, no puedo dormir.
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